CULTURA

Las Malvinas en la literatura

A 40 años de la guerra: un acontecimiento político-literario de innumerables dimensiones que vale la pena rescatar.

El 2 de abril de 1982, la prensa publicaba: “Tropas argentinas desembarcaron en Malvinas. Efectivos de las tres fuerzas armadas avanzaban esta madrugada hacia la capital de las islas. Galtieri dirigirá hoy un mensaje al país”. Pocas horas después, el presidente hablaba ante 10.000 personas que se habían congregado en Plaza de Mayo festejando la reconquista. Al mismo tiempo, comenzaba a escribirse una de las páginas más trágicas de la historia argentina.

No obstante, el mundo no solo es lo que es, sino también, puesto que el hombre lo escribe y reescribe, lo que puede ser y lo que debe ser. Se cifra así en el ideal literario un rechazo profundo a la indiferencia, sobre todo con nuestro pasado. En el caso de Malvinas, las fuerzas argentinas desembarcaron en las islas en abril de 1982, y se rindieron el 14 de junio de ese mismo año. La contienda duró poco más de 70 días, un plazo breve para un conflicto armado entre naciones. Sin em­bargo, y a pesar de este tenaz calendario, podría decirse que la guerra comenzó mucho antes, y terminó mucho después, si es que en verdad ha terminado.

El historiador Marcelo Larraquy recupera en La guerra invisible la incursión de un comando británico en la Argentina continental durante la guerra. Tras el shock por el hundimiento del destructor Sheffield, Gran Bretaña teme una derrota y envía a un escuadrón de ocho hombres a Tierra del Fuego. Tienen una misión imposible: encontrar y destruir los aviones Super Étendard y los misiles Exocet alojados en una base militar de la Patagonia y matar a los pilotos.

La presencia de Malvinas como una mancha temática que im­pregna nuestra producción literaria de las últimas décadas da cuenta de los estigmas sociales de la guerra y sus secuelas en un ­presente que no deja de preguntarse por ese episodio histórico. En su novela 1982, Sergio Olguín escribe la historia de un amor prohibido entre un joven de 19 años y su madrastra en el contexto de la Guerra de Malvinas. Aunque ­Buenos Aires está lejos, la guerra lo enrarece todo. El compás de espera que viven en su casa lo aproxima a Fátima, su madrastra. Entre ellos surgirá un deseo desconocido e irrefrenable, un amor con la fuerza arrasadora de la libertad; una pasión cargada de erotismo que tendrá consecuencias devastadoras.

Por otra parte, Federico Lorenz indaga en Las guerras por Malvinas la construcción de lo que se denominó “la causa Malvinas”, antes, pero sobre todo durante y después del conflicto bélico. Publicado por primera vez en 2006, este libro se ha convertido en una referencia ineludible para pensar la historia contemporánea de la Argentina. La nueva edición de este año, que suma un prólogo y el análisis de “la causa Malvinas” durante el ­kirchnerismo, es la versión definitiva del texto y una invitación directa al debate sobre un tema que aún resulta incómodo y que sigue gravitando sobre nosotros, como una memoria que no encuentra paz ni sosiego.

Una reivindicación legítima

Más allá de las reflexiones acerca de los motivos que llevaron a las Fuerzas Armadas a intentar la recuperación de Malvinas, y más allá también de los repartos por provenir del intento de un gobierno represor y entreguista, la reivindicación de las islas nunca dejó de ser una causa legítima, y como tal fue abordada por la mayoría de las producciones literarias desde los 80 hasta nuestros días.

Tan duro fue el peso de aquella derrota –especialmente después de las falsedades exitistas difundidas por la prensa– que la noticia fue recibida con indignación por los sectores populares, e incluso dentro de las Fuerzas Armadas, provocando la inevitable caída de la dictadura militar.

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