Las Salinas Grandes: una de las tantas maravillas de nuestro país

Se trata de un lugar increíble en el norte argentino, donde la genuina primera reacción es sacar fotos extravagantes. Ubicadas en el límite entre Jujuy y Salta, son visitadas por miles de turistas durante todo el año.

Así son las Salinas Grandes, un paisaje único que se da justo en la demarcación entre estas dos provincias, en el noroeste de la Argentina. Se encuentra en tercer lugar entre las más grandes de Sudamérica.

Es un sitio donde muchos turistas de varias partes del país eligen como destino el norte argentino por la gran variedad de paisajes y coloridos.

Se estima que tiene su origen de entre cinco y diez millones de años, cuando chocaron las placas tectónicas del continente con el Pacífico. Y así fue como la cuenca de este lugar se envolvió de aguas con gran cantidad de sales provenientes de la actividad volcánica. Por lo que la evaporación lenta de estas aguas continentales dio comienzo a este salar, que tiene una costra cuyo espesor promedio es de 30 centímetros.

Para los que les gusta la naturaleza y saber sobre los fenómenos geográficos pasar por este lugar tiene una energía que no se vive en otros lugares, algunas personas que visitan este paseo suelen jugar con la imagen sacando fotos singulares.

Es imposible no pasar por ellas si se decide viajar al norte; se volvió un paraíso turístico que miles de personas visitan cada año. Pero trasladarse hasta allí ahora es mucho más fácil. Antes se utilizaban llamas, luego fueron burros y en la actualidad se puede llegar en camionetas o camiones.

Algunas marcas de indumentaria buscan trasladarse a este destino con la intención de realizar campañas publicitarias con imágenes espectaculares. También los artistas eligen viajar para la realización de videos musicales.

Para quienes están por dirigirse a este paraíso, es importante tener en cuenta algunos puntos importantes que recordar. Hay que llevar ropa cómoda y adecuada; agua; protector solar y lentes para sol; además, tomar precauciones en las temporadas de calor, cuando se producen altas temperaturas en la zona.

Allí, al costado de la ruta hay un parador y un mercado donde comprar recuerdos como figuras talladas de sal. Para hacer esta travesía es importante contratar un guía. A partir de ese momento se atraviesa por dos etapas de paseo: el primero es una visita a las piletas de cristalización, donde se va contando la extracción y explotación de sal. En una segunda parte, se ven los ojos del salar, que son vertientes de agua de una belleza única.

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