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"Los muertos solo interesan cuando salen en la prensa"

Así lo visualizó el presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Luis Fondebrider. El investigador indicó cómo se debe actuar ante los cuerpos muertos como consecuencia de la Covid-19.

Creo que el tema de la muerte en Argentina sigue siendo tabú. Da miedo hablarlo, y, salvo contar los muertos, todos los días hay historias de hospitales que no tienen capacidad para recibir a las personas fallecidas”, expresó en diálogo con diario Hoy el especialista en Antropología Forense y fundador de la organización Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Luis Fondebrider.

En este contexto de pandemia y frente a la situación compleja que tiene el país con el manejo de los muertos, la organización científica independiente y sin fines de lucro que desarrolla tareas de búsqueda, recuperación e identificación de personas desde hace 36 años, creó una serie de guías con el objetivo de brindar pautas seguras y dignas para el tratamiento de los cuerpos, y recomendaciones para los deudos.

En línea con las indicaciones del Comité de la Cruz Roja Internacional y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el EAAF decidió elaborar una serie de recomendaciones de libre acceso “apuntando a todos los agentes del Estado y no estatales que participan desde la muerte de la persona, hasta el entierro o destino final del cuerpo”.

En total son tres guías prácticas, dos de ellas orientadas a operadores que manejan los cadáveres, como hospitales, sanatorios, centros de detención, bomberos, funerarias y cementerios. Allí se explicita cómo deben estar vestidos, cómo se maneja un cuerpo, cómo se desplaza y cuestiones referidas a la bioseguridad.
“Es importante que la gente que manipula cadáveres sepa que, una vez puesto dentro de la bolsa mortuoria, y esta es cerrada y desinfectada, ya no hay peligro, porque el virus está dentro del cadáver y queda encapsulado dentro de la bolsa. A partir de ahí, ya no representa un peligro para nadie”, afirmó el especialista en Antropología Forense a este multimedio.

La tercera guía recopila recomendaciones para los familiares. En este sentido, se consultó al profesional sobre algunos puntos, como la cremación, y él aclaró: “No hay ninguna necesidad de cremar a un cuerpo con Covid-19, a menos que así lo decida un familiar”.

Por otro lado, refiriéndose a las fosas comunes que se cavaron en diferentes países severamente afectados por la gran cantidad de muertes por coronavirus, Fondebrider indicó: “Todo allegado tiene derecho a inhumar en una fosa individual a un ser querido. En los casos en los que los cuerpos no estén identificados, llevarlos a una fosa común va a impedir el proceso de ubicarlos, porque es un espacio grande, donde se juntan los ataúdes”.

Ante las limitaciones que impone la pandemia, el investigador habló sobre cómo encontrar un equilibrio entre estas y las necesidades culturales y religiosas para cumplir con los ritos de un velorio o entierro, y dijo: “Hay que buscar instancias intermedias. En los velatorios, que el cajón no esté abierto. Si bien lo que transmite el virus no es el cadáver en un ataúd cerrado, quien lo transmite es la gente que se junta sin mantener la distancia, sin tapabocas y que produce una aglomeración. Por eso, es importante restringir la circulación, tanto en velatorios, como en cementerios”.

A cambio, el presidente del EAAF sugirió utilizar “medios electrónicos, como teléfonos o tabletas, para transmitir y estar cerca de los familiares y amigos”, y recomendó “no estar con más de diez personas, y siempre guardando distanciamiento social”.

“Se puede permitir que un grupo reducido acompañe al ataúd hasta la sepultura, con todas las medidas de bioseguridad”, afirmó Fondebrider.

La realidad impone un cambio

“Algo que está sucediendo en varios lugares es que cuando muere una persona, y se necesita tener la certeza de que fue por Covid-19, el hisopado del cadáver demora mucho más que el de una persona viva. Entonces, si no hay una heladera para retener el cadáver, no tienen dónde dejarlo. Esto se ve en varios hospitales que no están preparados, porque no tienen morgues”, admitió Fondebrider.

No obstante, el antropólogo forense cree que esta problemática data de mucho antes de la pandemia. En este sentido, se refirió a la gran inundación que afectó a La Plata en 2013 y recordó: “Fue caótico el manejo de los cuerpos. La situación en hospitales y en la morgue judicial fue muy compleja. Creo que acá hay una cuestión estructural de desidia y de falta de interés. Los muertos interesan solamente cuando están en la prensa. Lamentablemente, esto no cambia de un día para el otro”.

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