Ñoquis del 29: ricos y saludables

¿Rompemos la dieta si hoy nos tentamos con esta tradición? Una especialista derriba mitos sobre esta pasta. La clave está en las proporciones y la preparación

Como cada 29, en la mayoría de las casas argentinas se prepararán hoy ñoquis, un plato que sin dudas encanta a grandes y chicos. Pero, ¿es esta una buena alternativa si estamos llevando adelante un plan de alimentación saludable? Según Alicia Crocco, nutricionista y autora del libro “Ansiedad vs. Saciedad”, lo es, aunque debemos tener en cuenta dos factores: el modo de preparación y la cantidad de porciones. 

Los ñoquis, explicó a Hoy Crocco, “son hidratos de carbono complejos. Se hacen con papa, harina y agua. Es un buen recurso, si lo mezclamos en un plato sopero de verduras de todos los colores: así da mayor saciedad”. 

Otra recomendación para los que se están cuidando, es tener en cuenta la cocción de la salsa, que debe prepararse sin fritar, resaltó la especialista. “En algunos casos, se puede agregar queso de escaso tenor graso. Un secreto es poner el queso en el freezer durante diez minutos para que se endurezca un poco y quede compacto, y luego se ralla sobre la pasta”, agregó. 

Con respecto a la bolognesa o los estofados, para la nutricionista no representan un gran problema: “Lo único que hay que saber es qué proporción se debe consumir”, afirmó. A su vez, recomendó que “la sala debe ser hervida, y para realzar los sabores de la preparación, hay que agregar condimentos”.

El mito de la calabaza

Además de los clásicos ñoquis de papa, están también los de calabaza, considerados generalmente como menos “engordantes”. Sin embargo,  Crocco derriba este mito: “La calabaza se la damos a los bebés para que engorden. Erróneamente, muchos creen que es una buena opción, pero yo siempre restrinjo su consumo” señaló. Esto tiene que ver con que “hay que elegir alimentos que tarden más en digerirse, para que ocasionen saciedad. De lo contrario, podemos terminar comiendo más de lo debido”. Por ejemplo, sólo tres rodajas de calabaza “equivalen a un plato de pastas”, y obviamente nos quedaremos con ganas de comer más. En cambio, una porción de ñoquis de papa nos dará la sensación de haber comido lo suficiente. 

En cuanto a las preparaciones que se hacen con ricotta o espinca, Crocco señaló que también son buenas opciones, y subrayó que mientras más “mezclas” de ingredientes haya en la preparación, va a ser mejor para generar la saciedad deseada.  A comer, sin culpa (y con un billete debajo del plato).

El origen de la tradición 

El surgimiento de la tradición de comer ñoquis el día 29 de cada mes tiene varias explicaciones, aunque todas coinciden en que tiene origen italiano, y que llegó al país de la mano de los inmigrantes.

La versión más difundida se basa en San Pantaleón, un médico de Nicomedia que, tras convertirse al cristianismo, peregrinó por el norte de Italia, donde practicó curaciones milagrosas (por lo que fue canonizado). El santo, según la leyenda, pidió pan a unos campesinos, y éstos lo invitaron a compartir su austera mesa. Agradecido, les anunció un año de pesca y cosechas excelentes. Esto habría ocurrido un 29 de julio, y por eso se recuerda con una comida sencilla, representada por los ñoquis. El ritual que lo acompaña (poner dinero bajo el plato) simboliza el deseo de nuevas dádivas.

A esta historia se suma otra explicación algo más mundana: en épocas de economía difícil, el último día del mes no alcanza para grandes comilonas. Pero los ñoquis, de preparación simple con materia prima barata, sorteaban las dificultades en Italia, al igual que ahora en nuestro país.