Preocupación por bajante histórica del río Paraná

La situación es crítica y, según los registros, es la peor desde 1944. Ya afectó a más de 3.000 familias de pescadores.

En las últimas horas, el río Paraná volvió a descender otros tres centímetros, manteniendo así una altura de -17 centímetros por debajo del nivel del mar. De esta manera, lejos está la situación de volver a la normalidad y de hecho se estima que el contexto no mejore en los próximos meses. El Instituto Nacional del Agua al respecto señaló: “La perspectiva al 30 de septiembre es netamente desfavorable, con probabilidad cierta de extenderse en los subsiguientes cuatro meses, por lo menos”. Tal es la situación, que se encuentra muy lejos del nivel de aguas bajas que está estipulado en 2,30 metros; mientras que otros años en el mes de julio el promedio es alrededor de los 3,10 metros.

En las ciudades de Diamante, La Paz y Victoria la situación no varía en demasía. En Diamante se encuentra en los 12 centímetros, muy lejos del promedio, para este mes, de 1,30 metros. En La Paz el descenso en comparación al mes anterior es de 1,48 metros, estando en los 28 centímetros. Para fin de mes, estiman que se acerque a los 22 centímetros. En Victoria se indicó que la altura es de un metro, siendo que el último 13 de abril estaba en 3,5 metros y para finales del mes proyectan que descenderá otros 5 centímetros. Estos datos muestran que es la peor situación de la que se tiene registro desde 1944, ya que superó los niveles de 1970, 1971 y 2020.

“Esperamos un impacto en las tomas de agua para consumo urbano, para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales”, sostuvo el Instituto Nacional del Agua, donde además mencionó que el contexto genera una mayor exposición a incendios en márgenes e islas. Las autoridades, por su parte, señalaron que la situación forma parte del cambio climático tras la deforestación que trajo modificaciones en el suelo y en los sistemas de cultivo. Además advirtieron que al sector le llevará años recuperarse. Por lo pronto, esta histórica bajante impactó fuertemente en acopiadores, fileteadores, transportistas y más de 3.000 familias de pescadores.

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