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Segunda ola: ocho de cada diez personas acatarían medidas restrictivas de confinamiento
Según un informe difundido por la Facultad de Psicología de la UBA, el 78% de los habitantes del Área Metropolitana de Buenos Aires estaría de acuerdo con nuevas limitaciones. “Hay una minoría intensa que podría complicar sociopolíticamente esas restricciones”, le dijo a diario Hoy el sociólogo e investigador Daniel Feierstein.
Según un informe difundido en las últimas horas por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el 52% de los habitantes del AMBA “acatarían completamente” una nueva cuarentena estricta, en caso de que las autoridades de salud lo dispusieran.
Esta cifra surge de una encuesta realizada a más de 2.100 personas de entre 18 y 35 años, residentes de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, a los que se los interrogó sobre el “acatamiento de eventuales medidas restrictivas de confinamiento”.
Del total, el 52% manifestó que “acataría totalmente lo que indiquen las autoridades sanitarias” y un 26% que lo haría pero solo parcialmente. A su vez, un 13% afirmó que no acataría ninguna medida restrictiva. Además, hay un 9% de porteños y bonaerenses que no sabe cómo actuaría ante un nuevo aislamiento generalizado.
“En relación a las restricciones, lo que muestran los estudios de opinión es que la mayoría de la población estaría de acuerdo, pero depende cómo se presentan y qué tipo. Por otro lado, lo que complejiza es que hay una minoría que no deja de ser intensa tanto en magnitud como en la disposición a confrontar, que podrían complicar sociopolíticamente esas restricciones”, le expresó a diario Hoy Daniel Feierstein, licenciado en Sociología y doctor en Ciencias Sociales.
En el informe, el nivel de obediencia en ese posible escenario varía según la edad. Los menos dispuestos a cumplirla totalmente tienen entre 18 y 20 años (32%) y la franja de 21 a 29 sostuvo que la cumpliría solo en un 47%.
El investigador del Conicet afirmó, en base a otros estudios que van en la misma línea, que “estamos hablando de un 25%, 30%, que estaría en contra, y de ese 25%, 30%, hay de un 10% a un 15% que no solo estaría en contra, sino que estaría dispuesta a incumplirla”.
Sobre la cuestión de la viabilidad para intentar una nueva cuarentena, el especialista apuntó que se requiere de un proceso de construcción política y de incidencia en la opinión para poder garantizar no solo el cumplimiento, sino el apoyo, y la confrontación con aquellos que no están dispuestos a cumplirla.
Por ello sugirió un ordenamiento, según los contextos sociales. “Lo que hemos aprendido en este año es que no necesariamente esas restricciones deben ser generales ni por mucho tiempo, sino que se puede pensar en un conjunto de medidas que tengan un carácter selectivo en relación a tipo de actividades, a regiones, a ciudades, según la modelización de las curvas de cada lugar”.
Medidas
“Los elementos más sencillos de implementar tienen que ver con campañas de prevención, campañas de concientización, conocimiento y controles de circulación que son mucho más fáciles que las restricciones globales”, indicó Feierstein.
En relación a los relevamientos que han llevado adelante, señaló: “Un tema que hemos visto es que el tema de la ventilación, que es el tema fundamental en la enfermedad de transmisión aérea, no ha sido incorporado por el conjunto de las poblaciones. Es elegido por menos del 10% de la población como una de las dos medidas más importantes”.
Para impedir los contagios, el profesional sostuvo: “Es muy importante poder desarrollar campañas para que se entienda la importancia de la ventilación de los lugares cerrados y de la disminución de las reuniones, ámbitos fundamentales del contagio tanto en el plano social como en el laboral”.
El otro tema sobre las medidas a tener en cuenta tiene que ver con los controles de circulación. En ese marco, Feierstein indicó que “lo que es más sencillo de controlar son los accesos de zonas de transmisión comunitaria a zonas que no la tienen”.
“La idea de controlar los desplazamientos para dilatar el ingreso de nuevas variantes, la posibilidad de avanzar con la vacunación, las campañas de concientización sobre los modos de transmisión del virus y la chance de que toda restricción sea implementada con otro tipo de discursividad me parece que serían las líneas cruciales para atravesar el 2021 con el menor nivel de sufrimiento. Es importante la articulación de estos elementos”, concluyó.