cultura

Sukarno y Ratna Sari, una controvertida historia de amor oriental

Él era el hombre fuerte de Indonesia en los años 60; ella, una artista japonesa. Fue un romance con un trasfondo histórico tumultuoso.

El 30 de septiembre de 1965, las calles de Yakarta ofrecían un espectáculo imprevisto. Las mismas multitudes que habían destruido la embajada británica y las oficinas de información de la embajada norteamericana incendiaban ahora la sede del poderoso Partido Comunista Indonesio. El enfrentamiento entre los militares nacionalistas de Indonesia y los grupos simpatizantes de Pekín acababa de estallar. Las explosiones y las luchas callejeras ensangrentaban a la capital y se extendían a otras partes del archipiélago. La radio malaya de Kuala Lumpur anunciaba que Sukarno había muerto o estaba detenido. Durante cuatro días nadie supo nada del poderoso líder de 104 millones de indonesios.

La verdad es que, al estallar la revuelta, Sukarno, que se había proclamado presidente vitalicio dos años antes, estaba cenando en las afueras de la ciudad con su esposa Ratna Sari Dewi. El tenía 63 años, ella 26. Al momento de los postres una llamada telefónica trajo las novedades del golpe de Estado. Sukarno dijo adiós a Ratna Sari y subió a un helicóptero que se alejó sin rumbo conocido. Ella entró en el palacio.

Durante su agitada vida política, Sukarno escurrió el bulto a más de un putsch. Sus enemigos trataron de eliminarlo a balazos, granadas, bombas y aún con un caza a retropropulsión, pero todos los intentos fallaron. El general Suharto, quien entre 1965 y 1966, asesinaría a más de medio millón de simpatizantes del partido comunista, estaba detrás de todas esas conspiraciones.

Sukarno era musulmán y, de acuerdo con su religión, tenía derecho a casarse cuatro veces. Conoció a Ratna Sari en 1959 en una cena en el Hotel Imperial de Tokio, en el marco de un viaje del mandatario indonesio al Japón. Entonces la muchacha se llamaba Nahoko Nemoto y estudiaba Bellas Artes, en Tokio. Antes del casamiento, doscientas cartas de amor volaron entre Yakarta y Tokio. Finalmente Nahoko aceptó la propuesta del Bung y se convirtió en la quinta Madame Sukarno. El primer regalo de bodas fue un nuevo nombre: Ratna Sari Dewi, que significaba diosa tan hermosa como una joya.

Ratna Sari se convirtió al islam al casarse en 1962 y siguió pintando. Todos sus cuadros presentan un trasfondo doloroso. La vida de ella ya no fue la misma cuando, al día siguiente de casarse, recibió dos noticias dramáticas: “Perdí a toda mi familia. Mi madre viuda no estaba contenta con mi matrimonio. Justo después de que me convertí al Islam y me casé con el presidente, murió de un ataque al corazón. El mismo día, mi único hermano Yasoo, se suicidó. En 26 horas lo perdí todo. No tengo a nadie más, excepto a Bung Karno”. La pintura le permitió sublimar la tristeza. Hizo un cuadro de su esposo que, durante los años de su gobierno, presidió la sala de audiencias de la Casa de Gobierno. La decisión de Ratna Sari de convertirse en la quinta esposa de Sukarno la hizo blanco de muchas críticas: sobre su nacionalidad, pasado, aficiones y estilo de vida.

El 6 de junio de 1962, cuando cumplió 61 años, Sukarno redactó su testamento: “Si muero, entiérrame bajo un árbol sombreado. Tengo una esposa a la que amo con toda mi alma, su nombre es Ratna Sari Dewi. Cuando muera, entiérrala en mi tumba también. Siempre quiero que esté conmigo”. Aún está viva, pero es poco lo que se sabe de su vida actual: después del derrocamiento de Sukarno se refugió en Europa, estuvo relacionada con un agente de inteligencia español, vive en Tokio y se la conoce como Dewi Fujin.

Noticias Relacionadas