Tras incendiarse un merendero en San Carlos, realizan una colecta para reconstruirlo
Ocurrió en 148 y 528, donde asisten más de 40 familias, las cuales necesitan la ayuda de la comunidad. Las pérdidas materiales fueron significativas.
Lo que podría haber sido una fatalidad se terminó convirtiendo en un punto de resurrección.
El espíritu solidario de un grupo de vecinos, que levantó con sus propias manos un merendero para ayudar a otras personas, no se tumbó a pesar de las llamas del voraz incendio que destruyó casi todo.
Esta es la historia de Graciela, quien hace seis años construyó el comedor llamado La Usina en el que concurren habitualmente chicos. Además de brindarles un plato de comida, se les da apoyo escolar, les proveen de ropa de abrigo y algo caliente para tomar, en este tiempo, donde el frío es constante, sobretodo para las personas que se encuentran en situación de calle.
El incendio se desató el pasado fin de semana y por suerte no hubo que lamentar ninguna víctima, pero las llamas consumieron el lugar, quedando todo destruido.
“Perdí todo lo que es para brindarles comida a los niños, hoy me trajeron algo de mercadería y voy a ver si puedo cocinar en la parte donde está mi casa. Se me prendió fuego todo, no me quedó nada”, explicó la referente de este espacio que brinda contención a muchas familias.
En este momento, más allá de necesitar alimentos, están pidiendo cables para poder realizar la instalación eléctrica del lugar, ya que con este siniestro el cableado quedó derretido por el fuego.
“Estoy necesitando también, vasos, cubiertos, platos, de todo un poco. El trabajo que hago es todo a pulmón, si me traen donaciones, puedo hacer la comida, si me traen abrigo, le puedo dar a la gente. Gracias a dios hay muchas personas solidarias y también gente que me acompaña y ayuda”, comentó esta mujer que, a pesar de las dificultades de la vida, se levanta cada día para dar alimento y sobre todo amor a quienes lo necesitan.
“Desde el lunes que ando buscando que alguien que me ayude, fui a un organismo del estado para que me den una mano y tuve que mostrar mi certificado de discapacidad, y me dijeron que tengo que esperar tres meses para recibir algo”, preocupada por la situación, manifestó los trámites que tuvo que realizar para recibir asistencia.
Para todas aquellas personas que quieran colaborar con el Merendero La Usina, lo pueden hacer comunicándose al 221- 579-6599 o bien pueden hacerlo escribiendo al Facebook Merendero-comedor y ropero comunitario: Los niños de La Usina.
A pesar de lo que le pasó, Graciela no pierde las esperanzas de volver a construir ese lugar tan querido por ella y por las personas que concurren a diario para tomar o comer algo.