Una especie en peligro de extinción fue salvada por investigadores locales
La Ranita de Valcheta se hallaba entre los principales anfibios en riesgo de desaparecer del planeta. Un grupo de biólogos logró reintroducirla en su hábitat natural
La Ranita de Valcheta es un pequeño anfibio que tiene su origen en plena Patagonia Norte, sobre el límite entre las provincias de Río Negro y Chubut. Habita exclusivamente en manantiales de filtración de aguas termales entre los 500 y 800 metros sobre el nivel del mar, protegida bajo las piedras o sumergidas debajo de masas flotantes de musgos. Durante el 2017, este animal fue una de las tres especies en peligro crítico de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por sus siglas en inglés).
Con total compromiso con la conservación de anfibios y reptiles de nuestro país, un grupo de investigadores del Museo de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) logró salvar de la extinción a la Ranita.
A principios del año pasado, el equipo de biólogos logró reintroducir en su hábitat natural ejemplares de este anfibio que habían sido criados en cautiverio en laboratorios de la Universidad. Ahora pudieron comprobar que esas pequeñas ranas liberadas hace un año sobrevivieron y se adaptaron al ecosistema natural. Tras esta exitosa experiencia, hace algunas semanas se realizó una nueva reintroducción de ejemplares.
La liberación de las pequeñas ranas se realizó en Río Negro, en un pequeño tramo del arroyo Valcheta, el que precisamente da nombre a esta singular especie. Según indicaron los directores del proyecto, Jorge Williams y Federico Kacoliris, ambos investigadores del Museo, la iniciativa se llevó a cabo “en un hábitat ya restaurado, donde tiempo atrás una población de esta especie se extinguió debido a las alteraciones en el ambiente”.
El objetivo final es poder asegurar la supervivencia de la especie a largo plazo y recuperar definitivamente el funcionamiento original del ecosistema.
“La supervivencia y adaptación a los cambios del ambiente fue mayor al esperado” luego de la primera experiencia, señalaron los investigadores.
“Como en la vez anterior, luego de los debidos chequeos sanitarios protocolares, y de la evaluación correspondiente, se seleccionaron los individuos a liberar, individualizados mediante modernas técnicas de marcado”, agregaron los especialistas del Museo.
