Una invasión de mosquitos llegó a la Costa Atlántica

El fenómeno es producto de las precipitaciones y la amplitud térmica.

Desde el comienzo de la semana, una invasión de mosquitos desembarcó en los principales destinos de la Costa Atlántica. De acuerdo a la opinión consensuada de los especialistas, es producto de las precipitaciones, la consecuente regeneración de charcos y humedales y, finalmente, la amplitud térmica. El fenómeno puede durar de cinco días a una semana y después, aseguran, el propio control biológico de los predadores naturales hará que baje su población hasta los estándares naturales.

En el marco de una temporada ardua y compleja por las restricciones sanitarias, la invasión se transformó en otra preocupación para las playas de Mar del Plata, Pinamar, Villa Gesell y otros focos de veraneo. Según Federico Barone, director de zoonosis de Pinamar, la invasión de mosquitos “es un fenómeno meteorológico que ya ha ocurrido y que va a volver a ocurrir. Acá en la Costa las precipitaciones en verano son fuertes pero cortas y no tan consecutivas. Han caído muchos milímetros en poco tiempo y eso hizo la regeneración de los charcos y humedales, que es donde se cría el mosquito común”.

La fumigación, destacó, no es una salida posible porque “se mata a una porción muy pequeña y el esfuerzo que se hace y el daño que genera no tiene ningún sentido en relación con el beneficio”.

Para llevar algo de tranquilidad, sin embargo, el propio Barone aclaró que si bien la lluvia favorece la multiplicación del Aedes aegypti, la invasión no incluye al transmisor del dengue.

Se trata de los mosquitos tradicionales, “de tamaño mediano, color marrón y que por estas condiciones se ve en cantidades”, cuya relevancia para la salud pública no va más allá de la molestia y la propia picadura.

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