“Una revuelta de ricos”

De esta manera calificó el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el intento de golpe de Estado ocurrido en Brasilia el pasado 8 de enero. Además, el mandatario confirmó que el país debe ser gobernado para las mayorías.

El día de ayer, en el marco del acto de asunción al frente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, realizó fuertes declaraciones sobre lo ocurrido en Brasilia el pasado 8 de enero, cuando militantes bolsonaristas intentaron irrumpir en las sedes de los tres poderes. “Lo que sucedió en el Palacio del Planalto, en la Alvorada y en el Tribunal Supremo fue una revuelta de los ricos que perdieron las elecciones. No podemos tomarlo a broma porque un día el pueblo se puede cansar de ser pobre y hará que las cosas cambien en este país”, expresó, al mismo tiempo que agregó: “Yo gané las elecciones para cambiar y si decepcionamos a este pueblo pienso qué será del país. El país no puede ser gobernado para pocos, sino para la gran mayoría”.

Por otra parte, en lo que fue la toma de posesión de Aloizio Mercadante como nuevo presidente del Banco Nacional de Desarrollo, defendió a la banca pública como motor para el desarrollo y el crecimiento, aunque dijo que la economía está amenazada con la política del Banco Central, donde la tasa de interés del 13,5% “frena” el crecimiento, no ayudando a la lucha contra la inflación. “Cuando el Banco Central era dependiente del gobierno protestaban y ahora que no lo es no protestan ante una tasa que impide tomar créditos y genera el freno del crecimiento. Si la clase empresaria no se manifiesta contra la tasa de interés, ellos no van a bajar la tasa”, le reclamó Lula a la Federación de Industrias del Estado de San Pablo. En lo que refiere al Banco Nacional de Desarrollo, explicó que las deudas contraídas por otros países contra el organismo serán saldadas, “porque todos son amigos de Brasil”. Además, indicó que este espacio debe “priorizar la financiación de las micro y pequeñas empresas para que Brasil pueda dar un salto de calidad”.

La lucha contra las mafias mineras

El gobierno de Lula da Silva dio comienzo en la jornada pasada la iniciativa de expulsar a las mafias de la minería ilegal de la reserva indígena yanomami. Durante la gestión de Bolsonaro, las estadísticas muestran que estos empresarios avanzaron en un 46% sus actividades ilegales, causando muertes por malaria y desnutrición en la población indígena. El ministro de Defensa, José Mucio, destacó que el gobierno brasileño busca hacer todo “mediante la paz”.

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