Desde hoy, aumentan otra vez los combustibles
Es la segunda vez en el mes, y por lo tanto en el año, que se produce un incremento en los precios de la nafta y el gasoil. La suba promedio es del 3,5%. Impuestos y biocombustibles son los factores de peso para este nuevo cambio.
Desde el primer minuto de hoy rige un nuevo aumento en los combustibles, que se verá reflejado en los surtidores.
Es la segunda vez en el mes que se produce un aumento, ya que el 5 de enero se había verificado un incremento en los precios de los hidrocarburos de todas las compañías.
En este caso, la petrolera YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) dispuso un aumento del 3,5% en los precios de sus combustibles, lo que incluye el ajuste por el aumento impositivo para la nafta y el gasoil.
Se trata de dos gravámenes cuyos aumentos entraron en vigencia anteayer: el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC) del 7,7%.
Es de prever que el resto de las empresas petroleras sigan su ejemplo, como lo vienen haciendo tradicionalmente, ya que YPF marca la referencia para todo el mercado (la compañía, de composición mixta, domina más de la mitad del mercado de los combustibles en la Argentina). Por lo tanto, los surtidores de Shell, Axion y Puma seguramente también registrarán incrementos a partir de hoy.
De esa manera, automovilistas y transportistas verán incrementado el costo otra vez a partir de hoy.
El 5 de enero había tenido lugar un primer aumento, del 2,9%, en los precios de los combustibles de todas las empresas, por el traslado del incremento del precio de los biocombustibles que autorizó el Gobierno nacional. En aquella ocasión, como suele suceder, YPF hizo punta aumentando los valores de la nafta y el gasoil en sus propias bocas y el resto de las petroleras imitaron la movida.
Y aún antes, en diciembre del año pasado, se había producido otro aumento: en aquella ocasión, YPF dispuso una suba promedio del 4,5%.
Desde agosto del año pasado, cuando terminó el congelamiento de precios por nueve meses que había dispuesto el Gobierno, la suba promedio fue de más del 25%, con diferencias por regiones, marcas y productos.
En esta ocasión, no solo la actualización del componente impositivo influye en la decisión de YPF; también el aumento internacional del precio del crudo (el barril de petróleo Brent es el valor de referencia) y, por otro lado, la suba, lenta pero sostenida, del dólar, que encarece aun más la materia prima.
Pero el factor clave es el mayor precio de los biocombustibles, gracias al aumento que autorizó el Gobierno. Esa decisión es uno de los factores importantes que explican este nuevo incremento: la suba fue de hasta el 60%. Eso empuja hacia arriba el costo de la nafta y el gasoil.
Es que ante el panorama crítico de la industria de los biocombustibles, que había llevado a muchos productores a parar sus plantas porque los costos no justificaban mantenerlas en funcionamiento, la Secretaría de Energía decidió dar vía libre, a principios de este mes, a un incremento del 59% del valor del biodiesel (que las petroleras mezclan con el gasoil) y a una suba del 33% en el caso del bioetanol (que se combina con la nafta) extraído a partir de la caña de azúcar.
Y la historia no termina ahí, porque el Gobierno autorizó una serie de aumentos escalonados para los biocombustibles de aquí a mayo, lo que permite esperar que esos incrementos se vayan trasladando a los precios minoristas de la nafta y el gasoil a medida que se produzcan.
Paralelamente, se dispuso una baja de la proporción de biocombustible que debe obligatoriamente formar parte del fluido entregado en estaciones de servicio, lo cual sirve para contener en alguna proporción el aumento del precio, pero esa proporción irá restaurándose gradualmente hasta mayo, cuando volverá a su razón original: el 10% del volumen.
Biocombustibles, el factor clave
Fuera de la incidencia del tipo de cambio y del precio internacional del crudo, que siempre influyen en lo que pagan los automovilistas cada vez que pasan por la estación de servicio, la clave de los últimos aumentos pasa por otro factor: el de los biocombustibles.
Más precisamente, se trata de dos tipos de combustible que entran en esa categoría, y cuyo costo interviene necesariamente en el de la nafta y el del gasoil, porque esas sustancias se mezclan con el fluido en una proporción determinada por la ley. Son el biodiesel y el bioetanol.
Como el biodiesel se mezcla con el gasoil y el bioetanol, con la nafta, cualquier modificación en sus precios influirá en los valores finales en el surtidor.
A principios de este mes el Gobierno, prestando oído a las quejas de los productores de biocombustibles, decidió autorizar fuertes aumentos en el sector: un 59% para el biodiesel y un 33% para el bioetanol.
La Secretaría de Energía dispuso que el biodiesel vuelva a aumentar en los próximos meses: un 12% en febrero, un 3,6% en marzo, un 0,4% en abril y un 2,5% en mayo.
Paralelamente se va reduciendo el porcentaje de mezcla con el gasoil, diluyendo el impacto, pero luego se va recomponiendo hasta volver al 10%, su proporción original.