Vuelta a clases en la provincia de Buenos Aires

El gobierno de Axel Kicillof decidió que en 2021 se hará el esfuerzo para cumplir con “la máxima presencialidad escolar posible”.

El gobierno de la provincia de Buenos Aires decidió que las
cla­ses presenciales en toda la región comiencen en marzo, a menos que haya un motivo de fuerza mayor que impida que los niños regresen a las aulas. El protocolo del regreso a los establecimientos educativos está diseñado y publicado en el Plan Jurisdiccional para un Regreso Seguro, un documento que establece de qué manera se puede volver a las aulas y con qué frecuencia, te­niendo en cuenta algunas variables que pueden depender de los distritos, de las instituciones educativas y de la comunidad que asiste a cada escuela.

Esos puntos a tener en cuenta son tres: la evaluación epidemiológica que se hace en cada localidad y se toman en cuenta la cantidad de infectados, la tasa de contagiosidad y la ocupación de ca­mas de terapia intensiva, entre otras variables; las condiciones escolares de cada institución, que comprenden ta­maño de la matrícula, los accesos a la escuela, cantidad y tamaño de las aulas y patios; y, por último, la comunidad educativa, teniendo en cuenta la necesidad de usar transporte público, la procedencia de los chicos y de los docentes.

Entre los más afectados durante la pandemia se encuentran los padres. Andrea Vázquez, madre y abogada en el Ministerio de Justicia, contó a este multimedio cómo fue su experiencia con respecto al ciclo lectivo 2020: “Mi hija va a segundo grado y fue realmente difícil aprender a hacer las tareas con ella como si yo fuera profesora. Creo que no adquirió conocimientos al mismo nivel que en años anteriores, cuando no estaba la pandemia”. Con respecto a la vuelta a clases, Andrea preferiría esperar más para que su hija regrese a las aulas; sin embargo, al trabajar presencialmente, siente que sería algo que la ayudaría con la organización de su agenda diaria.

Por su parte, Yair Astete, padre de una niña de 9 años, considera que sí se debe volver a las aulas, con protocolo y día por medio, porque “recae en los padres la dedicación de la educación escolar de los hijos, y a veces no tenemos tiempo, porque, además de trabajar, muchos estudiamos o, en nuestro caso, tampoco contábamos con internet en casa ni los dispositivos necesarios para que hiciera la tarea”.

Las clases empezarían en marzo, si la situación lo permite, con este cronograma: 1° de marzo inicial y primaria, 8 de marzo secundaria y 15 de marzo terciario.

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