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Eduardo Barcesat: “Es una forma más de continuidad del lawfare”

El abogado constitucionalista habló con diario Hoy sobre la decisión de la Corte Suprema de dejar firme la condena a 5 años de Boudou por la causa Ciccone. “Es una expresión casi de corte monárquico”.

"No es una sentencia lo que entregó la Corte, sino un mecanismo perverso que está en el código de procedimientos, pero que en realidad desnaturaliza lo que se espera de un tribunal y muy especialmente cuando se trata de la cabeza del Poder Judicial”, señala Eduardo Barcesat al comienzo de su charla con diario Hoy sobre la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) que dejó firme la condena a 5 años y 10 meses de prisión para Amado Boudou en la causa Ciccone.

Para Barcesat esto es un “cliché” que utiliza la Corte y de esta manera “rechazar el recurso extraordinario sin dar argumento y hacerlo simplemente con invocaciones dogmáticas, que en general no suman más de cuatro renglones, pienso que es una forma más de continuidad del lawfare”.

En diálogo con diario Hoy, Barcesat dice que la Corte en lugar de abordar, analizar y resolver el pedido de Boudou conforme la su­premacía de la Constitución Na­cional y los tratados internacionales de Derechos Humanos se refugia en una norma procesal, en el artículo 280 del código de procedimiento civil y comercial, que es “un agravio a la función republicana que debe satisfacer todo integrante del Poder Judicial de dictar su sentencia con fundamento y no con una negativa dogmática y apodíctica”

“(Esto) es simplemente una especie de puerta de servicio que utiliza la Corte en muchos supuestos cuan­do es políticamente complejo y entonces, sin comprometerse en decir mucho, rechaza la concesión del recurso extraordinario y con ello queda firme el fallo que dictó el tribunal oral y esto es lo que provoca indignación”, remarca Barcesat.

Y añade que a los abogados, desde la Justicia, se les exige ser “completos y perfectos con las presentaciones”, pero que “debería exigirse lo mismo respecto a las resoluciones judiciales”.

“Esos cuatro renglones (del fallo) no dicen nada, pero tienen mucho significado desde el punto de vista político y judicial porque después de un año o más de tener el recurso a estudio termina di­ciendo no, esto no es un buen re­curso. No lo voy a analizar”, le ex­plica a diario Hoy el abogado.

Por último, ante la consulta de este diario de qué pasaría si no fue­ra Amado Boudou sino cualquier otro argentino, Barcesat dice que cree que “habría un fallo fundado”.

“Esto es una bofetada a los litigantes y una expresión de soberbia, diría casi de corte monárquico por parte de la Justicia”, sentenció Barcesat.

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