“El Gobierno no tiene relación con el empresariado nacional”

Leonardo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino, habló en exclusiva con diario Hoy sobre las implicancias en torno a la creación del RIGI, que favorece únicamente la inversión extranjera, y además sobre los números del Indec con respecto a la caída de la producción, pero también de las ventas.

El nuevo proyecto de ley Bases del oficialismo, que fue sancionado en la Cámara de Diputados y será debatido en el Senado próximamente, anuncia en uno de sus apartados: “Créase el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI)”.

La medida implica modificaciones importantes en estatutos impositivos, aduaneros y cambiarios. Mediante el capítulo 8 de la ley ómnibus (ahora “minibús”, después de sus numerosos desguaces) de creación del RIGI, el Gobierno de Javier Milei busca atraer proyectos de inversión superiores a los 200 millones de dólares y fomentar la llegada de capitales extranjeros y nacionales.

Sin embargo, esta disposición generó una fuerte controversia. Leonardo Bilanski, presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC), habló en exclusiva con diario Hoy y apuntó: “Estamos en oposición a toda la ley Bases completa, como pasó con la primera versión en el Congreso de la Nación que se cayó en Diputados. No estamos aportando a ningún cambio en particular, sino un rechazo de plano en términos generales ­porque el espíritu de la norma es contra la industria nacional y el aparato productivo de capital nacional”.

“Cuando vos tenés, de las 500 empresas más grandes, 300 que son extranjeras, no es necesario generar un régimen de incentivos para la inversión extranjera porque ya son mayoritarios en la participación del mercado, entonces no tiene sentido impulsar que dejen de pagar impuestos a las inversiones extranjeras cuando van a venir con equipamiento industrial importado sin aranceles, destruyendo todo el conglomerado de bienes y capital, van a extraer todas las materias primas y recursos naturales y los van a exportar también sin pagar impuestos. La verdad que es un sinsentido que lo único que busca, porque desde ese seno se diseñó esa propuesta, es que aparezcan dólares para que pasen por el Banco Central y puedan generar una sensación de estabilización macroeconómica o de refuerzo de las reservas del Banco Central... Esas inversiones, justamente por estos tipos de leyes y tratados de binacionales que van firmando los países, cuando se quieran ir, van a ser prioritarios en la medida de la salida de divisas, lo que generan después desequilibrios macroeconómicos que aparentaban inicialmente que estaba todo tranquilo y después uno se encuentra con que en realidad son capitales golondrinas como pasó prácticamente en la década de los 90”, sentenció.

Bilanski señaló, además, que “la señal más clara de que el Gobierno nacional no escribió la ley Bases es el capítulo de energía, lo mismo que pasó con la reforma laboral, que la escribió el estudio de Funes de Rioja, que están buscando descargar toda la pérdida de una recesión en el sector laboral, así que imaginate después. Cuando gobiernen, no van a saber con qué marco jurídico ilegal están operando, lo cual termina obviamente en una debacle. En el caso de la electricidad, es grave, como le pasó a Mauricio Macri, que de las tres líneas de ultra alta tensión que teníamos hacia el Norte, dos estaban consignadas y la tercera se sobrecargo y se cayó y se quedó media Argentina con un apagón de electricidad; eso se da cuando vos no sabés la política que estás usando y el marco legal y jurídico que están manejando y tenés funcionarios que no están a la altura”.

En ese sentido, señaló además que “el Gobierno no tiene relación con el empresariado nacional, el Gobierno tiene relación con cámaras, sobre todo con las que están manejadas por empresas extranjeras o que tienen intereses en capitales extranjeros para tratar de argumentar o justificar las políticas que está tomando este Gobierno, son profundamente piezas de capitales extranjeros y en general de sectores monopólicos de commodities o regulados... Es una economía clásica proyectada para una Argentina de 25 millones de personas; entonces, los otros 22 millones quedan afuera de ese esquema, y ahí radica el problema de fondo, porque eso es más pobreza, salarios más bajos, menos empresas pymes, y en ese proceso nuestro patrimonio se va a ver afectado porque el cierre de las empresas pymes son las nuestras, son las del capital privado, las que invertimos nosotros. Entonces, el Presidente da la vida por la propiedad privada, pero no por nuestra propiedad privada, sino por la de las empresas extranjeras, la de los más ricos, la de Galperin y la de Elon Musk”.

Por otro lado, los últimos números del Indec dan cuenta de una caída fuerte de la industria y la construcción y, en ese marco, el titular de ENAC argumentó: “El Gobierno activamente tomó la decisión de frenar toda la obra pública y por consecuencia mandarle una señal a un sector muy importante de la construcción, de las empresas constructoras, que no iba a financiar ese sector, por lo tanto, en términos también generales las mismas empresas son muchas que hacen obra privada y empezó un parate generalizado que derivó en despidos y demás a los pocos días, el gobierno devalúa en un proceso de incertidumbre productiva”.

“Milei generó una devaluación que enfrió rápidamente todo toda la dinámica de la producción. Si uno ve los números, podría decir que viene de la gestión anterior, pero la realidad es que no es de la gestión anterior, es del último trimestre que fue un proceso electoral donde se avisó que Milei ganaba, entonces las inversiones se frenaron y, claramente y con razón, la expectativa de un gobierno nuevo libertario iba a involucrar otro esquema productivo por lo tanto la fábricas no iban a acelerar su dinámica sabiendo que venía un gobierno que es pro apertura de importaciones”, detalló el empresario.

“Estamos viendo un proceso recesivo que, en el primer trimestre de este año, empezó a alcanzar primero a la construcción, después a la industria, y ahora, según la encuesta Radar Pyme del 1° trimestre de 2024 elaborada por ENAC, un 53,1% de las empresas tienen caídas de ventas significativas”, finalizó.

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