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“El macrismo nos va a odiar toda la vida”

En diálogo con diario Hoy, el legislador Rodolfo Tailhade aseguró que el expresidente y su círculo más cercano detestan a la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia por haberle dado “volumen a la ilegalidad ostensible del Estado mafioso de Macri”.

El diputado del Frente de Todos, Rodolfo Tailhade, quien es vocal de la Comisión Bicameral Permanente de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia (que investiga el espionaje ilegal durante el gobierno de Juntos por el Cambio entre 2015 y 2019), dialogó con diario Hoy y contó por qué Macri va a odiar a la Bicameral toda su vida.

También hizo un balance de lo ocurrido hasta el momento, se refirió a los próximos llamados a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, y señaló por qué la política fue importante para que avanzara la investigación de la Comisión que preside el diputado kirchnerista Leopoldo Moreau.

—¿Cuál es el balance que hace de la Comisión Bicameral desde que comenzó con las investigaciones?

—El balance es más que positivo. En términos institucionales y para el sistema democrático, la Bicameral presidida por Leopoldo Moreau significó un soplo de aire fresco porque era una comisión absolutamente desaprovechada. Puso en marcha las investigaciones más importantes en muchos años. Lo puedo comparar, de alguna manera, con la comisión investigadora de la fuga de divisas del 2001 presidida por Eduardo Di Cola.

—Si no hubiera existido la Bicameral, ¿se hubiese avanzado en investigar la política de espionaje del gobierno de Macri?

—De ninguna manera hubiera existido esta multiplicidad de causas, de investigaciones, de procesados en materia legal, en relación con la etapa de Macri. Fundamentalmente porque es la política la que pone en visibilidad el problema y la gravedad del mismo. Entonces, muchos se animaron a hacer las presentaciones y los jueces tienen que investigar, más allá de que va a haber, por supuesto, lógicas ventajas y beneficios indebidos para los macristas. Pero no importa: las causas están, existen, son públicas y fundamentalmente eso se debe a la tarea de la política y de la Bicameral.

—Luego de Fernando Di Pasquale, ¿cuáles son los pasos a seguir? ¿Quiénes más serán llamados? ¿Cuánto falta para que sean citados Gustavo Arribas y Silvia Majdalani?

—Estamos viendo cómo seguir después de Di Pasquale, no hay un cronograma. De todos modos, no falta mucho para que pongamos en consideración, en la subcomisión que está a cargo específicamente del caso Gestapo, la convocatoria de Arribas y Majdalani. Está muy claro que fueron ellos quienes ordenaron, por lo pronto, la instalación de las cámaras y la presencia de los agentes ahí. Vamos a ver si ellos señalan a Macri.

—¿Por qué cree que los espías empezaron a hablar? ¿Piensa que se sintieron afectados cuando se habló de agentes cuentapropistas?

—Los espías empezaron a hablar porque las autoridades políticas que los llevaron y que les ordenaron las tareas se están salvando o intentando salvar ellos solos. Y los incriminaron diciendo que ellos no participaron de ninguna maniobra de espionaje ilegal. Entonces, el lobby de las autoridades políticas terminó derivando en el fallo de (Mariano) Llorens y (Pablo) Bertuzzi del famoso cuentapropismo de estos agentes. Por eso ahora los exagentes están absolutamente desbordados por esta situación y salieron a hablar. Lo que más preocupa en las autoridades políticas es que haya hablado Diego Dalmau Pereyra, el jefe de contrainteligencia, el espía profesional, de carrera, de más de 30 años en la AFI (Agencia Federal de Inteligencia). Él ya empezó a hablar y creo que puede seguir haciéndolo.

—¿Cómo será recordada esta Comisión en la historia?

—Supongo que depende del prisma con que se nos mire. El macrismo nos va a odiar toda la vida. Me consta. No por los miembros de Juntos por el Cambio que integran la Comisión, quienes en su mayoría son muy respetuosos y tenemos un trato cordial y respetuoso. Lo digo por Mauricio Macri y su mesa judicial, constituida por las personas de máxima confianza (del expresidente). Nos van a odiar toda la vida porque le dimos volumen a la ilegalidad ostensible del Estado mafioso de Macri. Por supuesto, desde el campo popular, la Comisión va a ser considerada una herramienta muy importante en estos años de lucha contra tanta entrega y traición. A mí me parece que lo más relevante en estos términos, y desde el punto de vista institucional, es que la Comisión ya emitió un documento oficial, que es un documento oficial del Congreso argentino. El dictamen con el que presentamos el informe del trabajo del primer año y medio es en el que investigamos lo que se llamó Súper Mario Bros. Se trata de ese informe y ese dictamen en el que denominamos “Estado mafioso” a la gestión (2015-2019) de Mauricio Macri. Eso es lo que va a quedar en la historia en términos institucionales: un documento oficial del Congreso.

—¿Confía en que habrá Justicia?

—Sí, porque confío en la política. Creo en la capacidad de transformación de la política y sé que tarde o temprano vamos a transformar la Justicia, vamos a darle un nuevo diseño desde la política, desde el Congreso de la Nación. Eso permitirá que todos empecemos a confiar en las instituciones a partir de un cambio profundo, pero por supuesto impulsado desde la política. No puede haber un cambio profundo en el Poder Judicial impulsado desde adentro. Al contrario, estamos viendo el papel de la Corte Suprema de Justicia; no podemos esperar absolutamente nada.

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