El PRO, entre fracturas internas y una negociación a la baja con el oficialismo
Las condiciones que impone La Libertad Avanza al partido amarillo complican el entendimiento.
Las tensiones dentro del PRO escalan a medida que avanza la negociación con La Libertad Avanza. Si bien el revés electoral en la Ciudad obligó a reordenamientos y fortaleció al sector dialoguista, las divisiones siguen marcando el ritmo del partido. Mauricio Macri parece haber cedido terreno, pero aún conserva capacidad de maniobra. Mientras tanto, Cristian Ritondo intenta cerrar acuerdos en la provincia de Buenos Aires, en medio de presiones cruzadas y una interna que estalló visiblemente durante la votación por la nueva fórmula jubilatoria.
La sesión en Diputados dejó expuestas las fracturas: un grupo alineado con Patricia Bullrich votó con el oficialismo, otros se abstuvieron —incluyendo a referentes cercanos a Macri— y un larretista rompió filas para apoyar la suba a los haberes. La escena no sólo reflejó el desgaste del partido, sino también el delicado equilibrio que Ritondo debe mantener: negociar con emisarios libertarios mientras contiene a los sectores más duros del macrismo.
El ala más crítica, liderada por figuras como Jorge Macri, mantiene distancia de un acuerdo pleno. El jefe de Gobierno porteño dio señales de cambios tras la derrota, como la salida del asesor catalán Gutiérrez-Rubí, pero las promesas de renovación aún no se materializan. En paralelo, intendentes del conurbano resisten silenciosamente, salvo excepciones como Santiago Passaglia, que rechazó públicamente cualquier acercamiento a LLA.
Las condiciones que impone el oficialismo complican aún más el entendimiento: el PRO, que esperaba repartir en partes iguales las candidaturas bonaerenses, recibió una oferta del 25%. La presencia posible de radicales en la mesa achica aún más su margen. Ante este escenario, algunos empujan a Ritondo a plantarse, mientras otros ya aceptan sin reservas el rol de socios menores.