En la Argentina K, los bancos ganan también con la crisis
A pesar de la recesión y las perspectivas negativas para la economía del país, suben las acciones de las entidades financieras locales
No hay sorpresas, pero indigna. Los grandes ganadores de la década kirchnerista, las entidades financieras que lucraron durante años en detrimento del sector productivo del país, ganan también cuando todo se viene abajo. En pleno conflicto con los fondos buitre y con Argentina ya en default, la especulación financiera ha permitido que bancos y empresas del sector energético acumulen ganancias en los mercados.
En un país dominado por la inflación, donde el cepo cambiario y la suba del dólar marcan la agenda, la bolsa porteña registró en los primeros seis meses del año un avance que duplicó al de la divisa verde y triplicó a la inflación. Los trabajadores pierden poder adquisitivo, mientras en el Merval, unos pocos se hacen ricos.
Las acciones del sector energético y financiero han sido las vedettes. En el acumulado del año, el Merval ganó un 52%, destacándose la cotización de Edenor, que subió nada menos que un 230% de enero a julio. Sí, de los apagones del verano y la crisis energética por falta de inversión, al frío del invierno y las importaciones millonarias de gas, esta vez por el frío, y también por la falta de inversión.
La contraposición se hace aún más dramática cuando se analiza las ganancias de las entidades financieras y los problemas que enfrentan miles de Pymes, productores y agentes de la “economía real”. En la bolsa porteña, los bancos que más avanzaron fueron el BBVA Francés, con un 109%, y el Macro, con más del 100%. Y la ecuación se repitió en julio, mes clave por el default y los malos augurios en Wall Steet y el Merval. Pese a ello, la especulación pudo más y en un solo mes la bolsa local tuvo un alza superior al 4%, destacándose los avances de Edenor, con el 16%, y el banco Macro, con el 13%. Sí, las mismas empresas.
Todos buitres
No es el mundo de las finanzas, donde buitre es un denominador común y no un calificativo nuevo o exótico, el que se verá perjudicado por el default. No, la cesación de pagos caerá sobre el trabajador, el ciudadano de a pie. Afectará las inversiones, con su peso sobre las fuentes de trabajo y las necesarias obras de infraestructura en un país cuya matriz productiva ha sido arrasada.
Los despidos y suspensiones no son casuales. La recesión se verá profundizada por el default, aunque no sea este el motivo, la causa o consecuencia de la crisis económica. Son, en realidad, las políticas del gobierno nacional aplicadas durante los últimos años que, a su vez, han tenido coherencia: siempre ganaron los bancos y el sector concentrado de la economía.
Mientras, Cristina Kirchner hace política con la crisis, agita fantasmas externos, pelea contra el “imperio” y disciplina a la tropa. Encerrados en algún lugar de la capital federal, los financistas agitan sus acciones, papeles con cifras irrisorias, dinero virtual. No hay trabajo, no hay producción. Hay riqueza para unos pocos, los mismos de siempre.
Preocupación entre clientes bancarios
El default ha traído del recuerdo los miedos de la crisis: diciembre de 2001 con su caos general y los costos sociales de un país en ruinas. En este marco, el banco HSBC hizo circular un documento entre sus clientes, que generó preocupación.
Fue después de que el banco incorporara un nuevo formulario que debían firmar sus clientes, en el que se les informaba que la entidad permitiría "el ingreso al recinto de cajas de seguridad de autoridades competentes, con facultades suficientes para llevar a cabo violentaciones y otras diligencias relacionadas con la caja, que hayan sido ordenadas por autoridades competentes [...] sin necesidad de la presencia y aviso del solicitante".
Es decir, una sola firma habilitaba a que “autoridades” abran las cajas de seguridad. Ayer se conoció que el requerimiento fue anulado, pero el temor por los depósitos bancarios y el uso que los bancos hacen de ellos, se agitó nuevamente en un banco con sede en Argentina. Después del corralito, los argentinos ya no estamos para este tipo de “disposiciones”.
La “aberración” al default
Increíblemente, el senador del Frente para la Victoria, Aníbal Fernández, sostuvo ayer que tras las fallidas negociaciones con los holdouts en Nueva York, la Argentina "no" está en default y tildó de "aberración" que se diga que el país atraviese esa situación financiera.
"Argentina está en perfectas condiciones porque ha depositado los fondos, lo impide (el juez Thomas) Griesa que se cobre. Argentina ya se desprendió de sus patrimonios", indicó el exjefe de Gabinete de Cristina Kirchner.
Además, Fernández consideró que hablar de default selectivo o técnico “es una aberración que poco existe", y agregó: "Se está o no se está. Default es cuando uno está en mora, y la Argentina desde el 25 de mayo de 2003 a la fecha lleva pagado 190 mil millones de dólares".
