En la previa al año electoral se acrecienta la crisis entre el PRO y LLA
La relación entre el macrismo y La Libertad Avanza se deteriora en medio de cruces por liderazgos y estrategias electorales. Mauricio Macri y Javier Milei protagonizan un enfrentamiento que pone en riesgo la unidad de la derecha.
La relación entre Javier Milei y Mauricio Macri, enfrenta su peor momento. Las discusiones entre el oficialismo libertario y el PRO han escalado hasta un punto de ruptura que amenaza con dividir al electorado de derecha.
En una entrevista reciente, Milei dejó claro que no tolerará acuerdos parciales con el PRO. "Con el PRO vamos juntos en todos lados o si no iremos separados. No vamos a engañar al electorado", declaró el mandatario, subrayando su rechazo a las "trampas electorales". Esta postura encendió aún más los ánimos en un contexto ya caldeado, donde Macri se muestra cansado del "destrato permanente" que, según él, recibe de la administración libertaria.
El bastión porteño, tradicional feudo del macrismo, es ahora un escenario de disputa clave. Karina Milei, hermana del presidente y figura estratégica del oficialismo, realizó actos en la Ciudad de Buenos Aires con un mensaje directo: "Necesitamos legisladores y diputados propios para cambiar realmente la Argentina". Esta movida fue interpretada como una ofensiva contra el PRO, que busca mantener su liderazgo en el territorio.
En el entorno de Macri, la frustración es evidente. Su primo, Jorge Macri, enfrenta críticas por una gestión gris al frente de la Ciudad, lo que ha debilitado el capital político del PRO. Además, la salida de Diego Kravetz, ex secretario de Seguridad porteño, hacia la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), fue vista como un golpe calculado por parte de La Libertad Avanza. Este movimiento no solo alimentó la soledad política de los Macri, sino que también reveló rupturas internas en la gestión porteña.
A pesar de los intentos del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de apaciguar las aguas, las señales de distanciamiento son claras. En el PRO ya se habla de un armado propio para las elecciones legislativas de 2025, mientras Mauricio Macri evalúa encabezar una lista para el Senado en la Ciudad. Por su parte, Milei insiste en que no tiene "nada que hablar con los kukas" y se muestra decidido a liderar una derecha unificada bajo sus términos.
El impacto de estas tensiones se extiende más allá de la Ciudad. En la Cámara de Diputados, Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, se ha convertido en un nuevo foco de controversia. Acusado de no declarar propiedades en Miami, Ritondo recibió el respaldo público de Milei, lo que fue interpretado como un intento de seducción hacia figuras clave del macrismo.