En medio de escándalos, el Gobierno vuelve a reprimir jubilados

Un nuevo episodio de brutalidad estatal tuvo lugar frente al Congreso, cuando la Policía Federal y la Prefectura Naval reprimieron a jubilados que protestaban por sus bajos ingresos.

En el día de ayer, la Policía Federal y la Prefectura Naval reprimieron nuevamente una manifestación de jubilados frente al Congreso. Con la aplicación del protocolo antipiquetes ideado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, las fuerzas de seguridad utilizaron golpes y gases lacrimógenos para dispersar a quienes se manifestaban sobre la avenida Rivadavia.

Antes de las 18, las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos y formaron cordones para empujar a los manifestantes, obligándolos a subirse a las veredas. La movilización de este miércoles contó con la adhesión de trabajadores despedidos de los hospitales Bonaparte y Garrahan, lo que aumentó significativamente la cantidad de asistentes.

Como consecuencia de la represión, una mujer identificada como Nancy perdió el conocimiento y se desmayó, así que fue asistida por otros jubilados y médicos que acompañaban la manifestación. También se registraron ataques contra la prensa que cubría la protesta.

La represión a jubilados se convirtió en una práctica habitual del Gobierno de Milei, con el respaldo de la Policía de la Ciudad. Desde agosto, las usuales manifestaciones de los miércoles por parte de jubilados contra el veto presidencial a la ley de movilidad jubilatoria fueron blanco de acciones violentas.

“Tuvimos que atender personas con dificultad respiratoria, ardor en la cara, irritación ocular”, detalló Franco Capone, residente del hospital Penna, que acompaña las rondas del Plenario de Trabajadores Jubilados.

“Nos afanaron el 35% en diciembre. El mayor aporte al presupuesto nacional para lograr el déficit somos los jubilados y, lo que es peor, se están robando el Fondo de Garantía de Sustentabilidad”, denunció una jubilada presente en la protesta.

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