“Los trabajadores tienen el derecho de trabajar para vivir bien, pero no vivir para trabajar”

La diputada del Partido Comunista de Chile, Karol Cariola Oliva, fue la impulsora junto con Camila Vallejo en 2017 de la reducción de la jornada laboral en el país trasandino que se terminó aprobando este año. En medio del debate que hoy se instala en nuestro país, cuenta en exclusiva a diario Hoy la experiencia chilena.

La comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados de la Nación abrió el debate sobre la reducción de la jornada laboral con base en siete proyectos que apuntan a modificar la ley vigente desde 1929 que establece 48 horas semanales.

Un debate que tiene sobre la mesa siete proyectos de reducción de la jornada laboral. Cinco corresponden al oficialismo —presentadas por Claudia Ormaechea, Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Eduardo Valdés y Mónica Litza— y dos a legisladores de la oposición, el socialista Enrique Estévez y Nicolás del Caño del Frente de Izquierda.

En ese marco, uno de los principales modelos tomados por los legisladores es el caso de Chile. Por ello, diario Hoy habló en exclusiva con la diputada del Partido Comunista chileno Karol Cariola Oliva, quien junto a Camila Vallejo Dowling, actual ministra de la Secretaría General de gobierno, fueron quienes impulsaron la propuesta allá por el 2017 y que fuera aprobada en abril de este año.

“Fueron varios años de trabajo desde la presentación del proyecto de ley que hicimos hace seis años, donde planteamos la reducción de las 45 horas semanales a 40. Hubo mucha resistencia en la Cámara de Diputados de aquel entonces, pero mucho apoyo ciudadano. Fue un proyecto desarrollado activamente con todos los sectores de la sociedad y los sindicatos. Hicimos junto a Camila Vallejo una gira por todo el país para reunirnos con todos los espacios en búsqueda de consensos no solo políticos, sino hacer de esto una demanda social”, comenzó relatando la legisladora del país trasandino.

En ese sentido explicó además que “el proyecto no se nos ocurrió desde una visión política teórica, sino desde la necesidad de mejorar la calidad de vida de la gente. El gobierno anterior tuvo una oposición férrea a esta iniciativa y no la dejaron avanzar. De hecho el Ministro de Trabajo de entonces llegó a decir cuestiones aberrantes, como que no se iba a poder jugar la Copa América porque superaba las horas semanales, que los incendios forestales no se iban a apagar. Llevaron a una caricaturización del debate, hablaron de una economía que iba a caer y metieron miedo de que esto iba a disminuir el salario”.

“Sin embargo, cuando llega Gabriel Boric a la presidencia, fue patrocinador del proyecto e inició conversaciones con diversos sectores políticos, hacer una mejora y permitir que avanzara y fue aprobado con una disposición distinta de parte del empresariado. Se fueron convenciendo de que era necesaria, tuvimos que incorporar algunos elementos como la gradualidad en la implementación, pero finalmente fue aprobada”, añadió.

Al respecto de esto, Oliva indicó que “la ley aprobada establece que la reducción de la carga horaria se dé en cuatro años, se va reduciendo una hora por año, y se incorporaron algunas medidas de flexibilidad de jornada especiales, como en áreas que necesitan un tratamiento diferente como el caso de la minería. Se incorporaron otras cosas como el tema de la conciliación laboral, donde padres o madres cuidadores con niños menores de 12 años puedan adaptar su horario para ir a dejar los chicos al colegio o madres de niños lactantes tiene consideraciones especiales, es decir, se incorporaron algunos elementos que son parte de una realidad nueva del mundo del trabajo”.

“Sello 40 horas”

La legisladora del PC detalló que, “si bien la gradualidad es a cuatro años y debe cumplirse, quedó claro que ante la voluntad de la empresa de reducir la jornada laboral en un año, en dos o inmediatamente pueden hacerlo. Van más de 600 empresas que ya han tomado la medida porque el gobierno les brinda incentivos.

“Se implementó el Sello de las 40 horas, que pone ciertos requisitos de resguardo de no tener prácticas antisindicales y por ejemplo, tienen beneficios a la hora de postular proyectos ante el Estado. Eso ha sido de ayuda porque pequeñas y medianas han implementado ya la reducción de la jornada laboral, hay una línea de voluntariedad”, contó.

“La vida no es el trabajo”

“Hay un sector de la sociedad que naturaliza la esclavización, que cree que la vida es trabajar y no un elemento para vivir bien, los trabajadores tienen el derecho de trabajar para vivir bien y, frente a eso, la valorización del tiempo: una cosa es tener tiempo y otra es la calidad del tiempo y para qué se tiene”, enfatizó la diputada.

Oliva remarcó entonces que “la pobreza del tiempo es una realidad, trae problemas de salud mental, de conciliación familiar que dan cuenta de que tenemos una sociedad mentalmente enferma, con muchos problemas no tratados, no reconocidos y no poder desarrollar una vida fuera del trabajo. Nuestra sociedad neoliberalizada le ha quitado valor a esos elementos y nosotros lo ponemos en relieve: que prime el interés de niños y niñas para tener el acompañamiento de sus padres, tener momentos para vivir en familia”.

“Cuando el trabajador/a tiene más tiempo libre para sí mismo, es más productivo en lo laboral, trabajar más horas no implica producir más, hay más ausentismo, mas problemas de salud mental, licencias médicas y horas de trabajo no productivas”, sentenció.

Noticias Relacionadas