Todos en carpa: alquileres imposibles para el verano
Por la falta de regulación, la inflación y el cepo, los precios para hospedarse en la costa argentina se disparan. Las opciones de la familia tipo
En los centros turísticos, los precios siempre responden a una realidad que se supone provisoria, y los gastos de la familia están regidos por la filosofía del “darse un gusto” después de un año de trabajo. Sin embargo, la inflación ha hecho que vivamos todo el año como un enero en La Feliz, con valores de los productos que oscilan el escándalo si se comparan con años anteriores.
Así las cosas, quienes quieran disfrutar de su merecido descanso frente a las olas del mar, el frío del viento y sucundun, sucundun, deberán romper el chanchito y gastar los ahorros. Todos. En este sentido, el presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata, Miguel Donzini, nos advirtió que “la diferencia de valores es muy grande” por lo variado de la oferta, teniendo como principal factor de diferenciación su distancia con la playa. Si las chancletas llegan con arena, los valores suben. “Un departamento de tres ambientes, para una familia tipo, costaría 4.950 mil pesos”, especificó Donzini. El valor, muy superior a un salario mínimo en blanco, es sólo el piso por quince días. La brecha sube a medida que nos acercamos a la costa, alcanzando valores superiores a los $10 mil.
Mejor no mirar atrás
La comparación con el verano 2012 – 2013, a su vez, no hace más que amargarnos. “Los montos mínimos en relación a los precios de enero pasado tendrán una suba del 17 por ciento”, indicó Donzini. En realidad, otros especialistas aseguraron que este número se queda corto, superando fácil el 25% de aumento. Lógico, si se tiene en cuenta que la inflación anual ha sido mayor a ese porcentaje.
De todas formas, febrero y marzo traerán un respiro a los veraneantes, con una variación de los costos que deciente al 30 por ciento en el segundo mes del año, y hasta el 50% menos al finalizar la temporada. Los precios responden, de todas formas, a la ciudad balnearia por excelencia de nuestro país, siendo más caros otros destinos como Pinamar, Villa Gesel o Valeria del Mar.
Ante esto, el presidente de los martilleros marplatenses comentó una serie de posibilidades que la familia tiene para acceder a una vivienda sin perecer en el intento. Según comentó, “ahora se suele alquilar por menos días, son pocos los que pueden costearse 15 días de vacaciones, y son cada vez más las consultas por el alquiler de una semana o 10 días”, algo que no conforma a los propietarios, que ven perder sus ganancias. El principal obstáculo, entonces, es conseguir vacantes para este tipo de tratos. El otro recurso, más clásico, es irse lejos de la playa, adonde no llegan ni el ruido de la Avenida Colón, ni el zumbido de las olas, ni el olor de los lobos marinos. Finalmente, hay dos opciones más que nunca se deben desestimar: la carpa, o Necochea. En tiempos de crisis, todo vale.
