Una operación mediático-judicial en épocas de “GestaPRO”

Un exdocente contó en sus redes detalladamente cómo un profesor sufrió una farsa mediática en 2017 por parte de María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y Martiniano Molina.

El plan del macrismo y del vidalismo de armar una mesa judicial no fue lo único que operó en la Argentina durante la gestión de Cambiemos, presidida por Mauricio Macri en el país y encabezada por María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires.

Los hechos de público conocimiento revelados el primer lunes de este 2022, en donde se conoció una reunión en la sede del Banco Provincia de la Capital Federal durante 2017, y en la que se planificaba armarles causas a distintos dirigentes sindicales, como a Juan Pablo “Pata” Medina, a Omar “Caballo” Suárez o al ingeniero Marcelo Balcedo, serían la punta del ovillo de cómo el macrismo se dedicó a perseguir a aquellos que no se “ablandaban” ante sus proposiciones.

Si bien resta conocerse qué más hay (o no) en los discos rígidos que aún la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) tiene por delante analizar, la revelación de la reunión en la que el ministro de Trabajo de María Eugenia Vidal, Marcelo Villegas, deseaba tener una Gestapo para ir contra los dirigentes gremiales trajo consigo que desde distintos sectores intimidados durante la gestión de la exgobernadora se animaran a contar lo que vivieron en esos años .

Estos métodos hicieron rememorar a las épocas más siniestras de nuestro país, cuando se perseguía y se desaparecía a personas por ir en contra de los regímenes dictatoriales que asaltaron la democracia a lo largo del siglo XX en la Argentina.

Volviendo a los que ahora comienzan a contar lo vivido durante el período 2015-2019, el director general de Violencia Institucional de la municipalidad de Quilmes y exdocente comentó en sus redes sociales el caso de un profesor de la Media 14 de Quilmes en la época en que en las escuelas eran moneda corriente las amenazas de bomba y que los medios se hacían eco inmediatamente, sobre todo en los noticieros de la primera mañana.

Walter Ormazábal comienza su exposición ­titulando así: “Cómo funcionó la Gestapo de Vidal con un docente de la Media 14 de Quilmes (Ex Colegio Nacional)”.

“Voy a contarlo en primera persona, porque acompañé todo el proceso y no quiero dejar pasar ni un detalle de la sorprendente operación judicial, policial y de prensa de la que fue víctima el profesor Mario Jimenez”, dice al iniciar la publicación.

“Corría el mes de octubre de 2017 y cientos de amenazas de bomba eran recibidas en las escuelas de la provincia (de Buenos Aires). Estábamos cenando con mi hijo, mirando el partido de Argentina, cuando recibí el llamado de Mario: Me están allanando, no sé el motivo. Me fui para la casa, no había ningún patrullero, pero sí varios vehículos no identificados”, añade Ormazábal.

El allanamiento

El actual secretario detalló que el docente vive en el departamento del fondo de un PH y que en el que da a la calle viven su madre, su hermano y su sobrino. En este último está (y estaba por entonces también) instalado el teléfono de línea del que quedaron registrados llamados a la Media 14. “Cosa lógica, ya que la madre de Mario llamó varias veces para interesarse por la salud de su nieto, que es estudian­te en el establecimiento”, cuenta Ormazábal.

“Ese resultó ser el justificativo del allanamiento. Pero no solo se limitaron al teléfono de línea, ni al departamento de adelante. Ingresaron al departamento de Mario, particularmente, apuntaron a los celulares, también encontraron un viejo revólver sin uso, de su propiedad, pero con la tenencia vencida. Lo que me sorprendió fue una foto que armaron los policías, con el arma, los celulares encontrados en el domicilio, a los que les sumaron los celulares de los propios efectivos (que se llevaron luego de la foto). Luego se entenderá la importancia de la misma”, escribe el actual representante contra la violencia institucional.

El exdocente cuenta que el allanamiento finalizó alrededor de las 23 y que se quedó un rato largo con la familia, luego de que la Policía se había ido.

La operación

“De madrugada, estaba ya durmiendo en mi casa, recibí un llamado de una compañera diciendo: Mario está preso. Le dije que eso no era cierto. Me respondió: Prendé la televisión. Así lo hice. Y todos los medios nacionales difundían la foto tomada por los policías, la de Mario, y afirmaban en base a un comunicado firmado por Ritondo (sí, por Ritondo, emitido a la medianoche), donde se afirmaba que el profesor responsable de las amenazas estaba detenido”, relata Ormazábal en su Facebook.

Y añade: “Lo llamé a Mario, le dije que en la televisión decían que estaba preso. Me dijo: ¡Si estuve todo el tiempo con vos! Yo me estoy preparando para ir al Renar a resolver lo de la tarjeta del revólver”. “Eran mentiras, pero esto no termina ahí”, subraya.

“A la mañana de ese mismo día, la vereda del Colegio Nacional de Quilmes se vistió de móviles de los canales nacionales. El público escarnio de un docente declaradamente ­peronista, que había sido consejero escolar por el PJ, con fotos publicadas de las Madres y de Cristina, era la perla de la campaña electoral en curso para Vidal, Ritondo y (el intendente de Quilmes, Martiniano) Molina en Quilmes, habían dado con la base de operaciones desde donde el kirchnerismo generaba caos ­amenazando con bombas a las escuelas”, recuerda Walter.

“Pudimos movernos rápido, no sin lucha aprovechamos la presencia de los móviles televisivos para decir la verdad”, afirma Ormazábal en su escrito en Facebook.

“Lxs compañerxs de Mario se solidarizaron. Hicimos una convocatoria a su domicilio para rodearlo de protección (se concentró gran cantidad de compañeros y compañeras), porque un grupo de policías se le instaló allí con la amenaza de detenerlo. Con el Dr. Roberto Cipriano de la Comisión Provincial por la Memoria nos hicimos presentes en la fiscalía actuante. La maniobra policial era clara: por un lado, le decían a Mario que fuera al juzgado el lunes, y por otro lado le decían al secretario de la fiscal que Mario se negaba a comparecer. Lo querían preso, ya que era viernes y sabían que la fiscalía no lo iba a esperar hasta el lunes. Pudimos parar la orden de detención que ya estaba a la firma, comprometiéndonos con la fiscalía a que nosotros lo íbamos a ir a buscar a la casa. Cosa que cumplimos y demostró que la Policía mentía”, señala Ormazábal, quien también es miembro del Consejo del Sitio para la Memoria “Pozo de Quilmes”.

La foto y el final

El exdocente cuenta que la foto que sacaron en el allanamiento “nunca fue incluida en el expediente judicial” y que “nunca se lo imputó a Mario por las amenazas de bomba”.

“Fue puro humo mediático, pero sí sirvió para separarlo preventivamente del cargo de profesor. Hoy Mario está felizmente jubilado, se fue bien con la docencia quilmeña y la comunidad educativa, porque pudimos desnudar en un caso particular lo que hoy muestra un plan sistemático de persecución a opositores políticos, conocida como la ­Gestapo de Vidal”, finaliza Walter Ormazábal en su publicación de Facebook.

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