El presidente del Colegio de Kinesiólogos complicó al acusado de abuso a una empleada

Juan Orta dijo que no se inició un expediente en el Tribunal de Disciplina. La secretaria ejecutiva renunció por falta de respaldo de la institución.

El presidente del Colegio de Kinesiólogos de la provincia de Buenos Aires, Juan Felipe Orta, declaró en las últimas horas ante el fiscal Álvaro Garganta en el marco la investigación al tesorero O. V., de 54 años. Este se encuentra acusado de abuso sexual simple a la secretaria ejecutiva, un hecho ocurrido el 2 de noviembre de 2019 en la sede de diagonal 74 entre 3 y 39 de nuestra ciudad, informaron ayer fuentes judiciales.

El 7 de julio de este año, el fiscal había solicitado la elevación a juicio de la causa, pero el juez Pablo Raele le contestó que era prematuro el cierre de la investigación, por lo cual le ordenó que siguiera con el proceso de recolección de pruebas. A raíz de ello, Garganta citó a declaración testimonial al titular de la institución.

Según el expediente, la denunciante (E. P.) fue manoseada por el imputado un sábado en la entrega de medallas, por lo que el día hábil siguiente (martes) le comunicó al presidente del Consejo lo ocurrido en la Delegación Regional n° 1 de la mencionada institución.

“Lo que el presidente hizo fue generar un ambiente de reunión con ella y el agresor, y decidió que, para proteger a ambos, (lo mejor era) que no se juntaran a trabajar los mismos días. Pero después (Orta) se asesoró y le dijeron que si no había una presentación formal e institucionalizada el Colegio no podía hacer frente a esta situación tan grave”, le comentó un vocero judicial a diario Hoy.

Falta de medidas

El mismo explicó que “ni siquiera se inició una acción disciplinaria hacia el interior del Colegio. Efectivamente, durante seis meses (la mujer) lo estuvo masticando. Esos cambios no generaron nada, porque seguían teniendo reuniones generales conjuntas. Además, ella esperaba que la institución tomara algunas otras medidas con referencia a esta situación tan particular, en torno a un Colegio donde el respeto al cuerpo es tan importante en la profesión”.

Según la declaración de la profesional, al advertir la inacción de la institución y la incomodidad que le generaba la situación, se vio “forzada a radicar una denuncia penal y se lo comunica formalmente al Colegio, y luego este a los órganos directivos. Entonces, pusieron en un acta lo que se había decidido previamente, que es que ellos no se cruzaran los días estipulados para el trabajo del Consejo Ejecutivo y ver cómo hacían para suplir las representaciones en esos momentos”.

Luego de ello, “no se tomó ninguna otra medida. Es así que la víctima tuvo que iniciar acciones ante el Tribunal de Disciplina y el presidente del Colegio fue llamado a declarar en dos oportunidades, pero cuando se le preguntó sobre esa denuncia, él dijo que ellos (por el Consejo) no la habían iniciado y que no sabía que existía, pero después se acordó que había ido dos veces a declarar”, comentó la fuente del caso.

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