La platense atacada en Pinamar aceptó que pudieron haberla matado
La mujer fue agredida por un palo de golf, dentro de un predio donde se practica el deporte. “Hoy podríamos estar hablando de otra cosa”, dijo. Los atacantes fueron imputados.
Silvia Lopresti, la mujer platense de 61 años, madre de tres hijos y abuela que fue atacada salvajemente en un club de golf de Pinamar admitió que está “viva de milagro” y contó los detalles del brutal accionar, que conmocionó a la sociedad.
La víctima narró que el 19 de noviembre estaba descansando junto a una amiga en el club Links de la mencionada localidad balnearia. Se hallaban tomando mates al costado de una cancha, donde estaban jugando una señora de 44 años y su pareja, de 62. Entonces empezó a notar que los involucrados arrojaban las pelotas cada vez más cerca de su presencia, por lo que la damnificada se acercó para pedir explicaciones.
En ese sentido, la mujer de 44 la atacó imprevistamente con el palo de golf, que se partió debido al golpe en el cuello, por lo que agarró otro y extendió la agresión. “Váyanse, ratas. Pago 50.000 dólares para estar acá, esto no es Ostende. No tienen que estar acá”, les gritó, fuera de sí.
Lopresti definió lo sucedido como “minutos de desquicio” y dijo que se tuvo que ir a hacer “una resonancia porque el dolor es intenso, y hace una semana que tengo un zumbido en el oído que no desaparece”. Además, deseó no cruzarse con los salvajes “nunca más” y afirmó que pidió medicamentos para poder dormir.
“Viva de milagro”
“Yo solo intenté presentarme y decirles que no estábamos molestando, y que los insultos estaban de más. Me partió el palo en la cabeza y no tuve posibilidades de reacción. Insatisfecha, volvió a atacarme con otro palo”, reseñó la platense, oriunda de City Bell y con casa en Pinamar desde hace más de dos décadas.
Aseveró que “con los días fui cayendo en lo que fueron esos breves minutos y hoy podíamos estar hablando de otra cosa. Estoy viva de milagro, me pegó con el mango del palo. Si me pega con el pie, no estaría aquí. Saber eso me tiene muy desanimada”.
En tanto, la Justicia imputó a los atacantes por el delito de “lesiones leves” y les prohibió acercarse a la víctima. Además, el club de golf donde ocurrió todo los suspendió.