Liberaron a uno de los sobrinos

El mayor de los hermanos detenidos se negó a declarar y quedó en libertad. El principal acusado de haber degollado a sus tíos en la casa de Tolosa se sentará hoy frente al fiscal

A ocho días del hallazgo de los cadáveres del matrimonio de jubilados en Tolosa, la investigación parece encaminada aunque, de ninguna manera, concluida: si bien se logró la detención del principal sospechoso, ahora será momento de averiguar si su hermano –a quien aprehendieron y ayer liberaron- también participó del hecho y aguardar por los resultados de laboratorio, que tardará al menos otra semana. 

Fuentes judiciales y policiales informaron que Gustavo Ludueña (36) y Horacio Ludueña (42) llegaron ayer al aeropuerto platense a las 18.30 en un vuelo desde la ciudad de Mendoza, donde se entregaron en la comisaría Cuarta. 

De inmediato, Horacio fue indagado por Fernando Cartasegna, titular de la UFI 4, pero se negó a declarar, siguiendo las órdenes de su defensora oficial, Victoria Palomina, quien también representa a su hermano. De esta manera, y como no había pedido de detención alguna para con su persona y nada hasta el momento lo vincula al doble homicidio, recuperó la libertad.

Gustavo, en tanto, tiene cita esta mañana en la fiscalía para brindar su versión de los hechos. 

“En el vuelo, y ante la comitiva policial que los trasladó, negaron haber sido los homicidas. Aceptaron que habían ido a visitar a sus tíos, que estuvieron en la casa y que de hecho le sacaron el cuchillo del cuerpo a María Esther, que todavía lo tenía clavado, y lo dejaron en la bacha”, confió a Trama Urbana un vocero de la investigación. 

Gustavo se presentó junto a su hermano a la comisaría Cuarta de la ciudad de Mendoza durante la mañana del miércoles, consciente de que estaba siendo buscado ya que se  encontró una huella digital suya en el parabrisas del Renault Logan, propiedad de las víctimas, Aldo Zárate (76) y María Esther Paz (71). 

Peritos de la división Rastros de la Policía Científica aseguraron que se trata de una “huella reciente”, dato al que concluyeron al analizar la humedad de la misma. Por otra parte, los jubilados lavaban el coche con regularidad y la impronta del dedo de la mano evidenció que quien la dejó se apoyó allí para “pasar por arriba” del cuerpo de Zárate, “sin pisarlo”.  Se estableció también que la huella fue cotejada con las que están archivadas en el sistema de la AFIS que registra a los aspirantes a integrar una fuerza de seguridad, ya que el imputado intentó entrar a la Policía dos años atrás.

Claro que no es el único indicio que se encontró en la escena del crimen; por el contrario, el o los autores del hecho dejaron pistas, tales como rastros hemáticos, pelos y otras muestras con perfil genético, que se están analizando en los laboratorios de la Científica, en un trámite que puede demorar semanas.

Los hermanos, oriundos de Los Polvorines (de donde era María Esther), viajaron hacia Mendoza el jueves pasado, el día de los hallazgos de los cadáveres en el domicilio de 2, 521 y 522, según sus familiares “a buscar trabajo”.

Noticias Relacionadas