Degollaron a una pareja de jubilados en Tolosa

*Publicado en edición impresa

Ocurrió en una casa de 2 entre 521 y 522. La vivienda estaba revuelta y faltarían los ahorros del matrimonio. Desde el lunes los vecinos no veían a las víctimas

Una pareja de jubilados fue hallada degollada anoche en una casa de Tolosa. Al hombre, de 75 años, lo encontraron en el living, al lado de una estufa. En tanto que la mujer, de 72, estaba en la cama, informaron fuentes policiales y judiciales.

Las víctimas fueron identificadas oficialmente como Aldo Zárate, un jubilado de Vialidad, y María Esther Páez, ama de casa. Un vocero de la fuerza indicó a Trama Urbana que “el pastor de una iglesia evangélica fue a visitarlos porque el matrimonio no contestaba el teléfono desde el martes pasado, y al observar las luces y el televisor prendidos y que nadie contestaba, optó por llamar al 911”.

El religioso llegó ayer a las 19.45 a la vivienda ubicada en 2 entre 521 y 522 y a los minutos, tras su llamado a la central de emergencia, arribaron al lugar efectivos de la comisaría Sexta.

De acuerdo a una fuente policial, “la puerta estaba cerrada con llaves desde adentro, por lo que tuvimos que forzarla para ingresar”. Vecinos dijeron que el interior de la finca estaba revuelto y que la puerta que da al patio trasero, se encontraba abierta, aunque la alarma no se activó.

Todo indicaría que la data de muerte de la pareja es del martes pasado, aunque el dato certero se sabrá luego de las autopsias.

Al lugar del hecho se hizo presente el fiscal Fernando Cartasegna, titular de la UFI nº 4 en turno, personal del Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata y efectivos de la Policía Científica.

Todo indicaría que el o los asesinos descargaron su furia con la intención de cubrir el robo. De hecho hay signos de que el desorden en la casa sería acorde a los de alguien que estuvo buscando objetos de valor en distintos armarios y roperos. Un familiar de las víctimas que se acercó a las inmediaciones de la finca dijo “esto pasa por tener plata guardada”.

La pareja no tenía hijos y sí activa participación en una iglesia evangélica de 9, 59 y 60. “Los dos eran muy amables. A pesar  de la edad se los veía siempre en la calle y no le abrían la puerta a nadie”, indicó una joven. Uno de los pesquisas aportó algunos datos sobre los perfiles de los damnificados: “ambos padecían enfermedades crónicas: diabetes e hipertensión”.

Al cierre de esta edición los cuerpos fueron removidos hacia la morgue.

Muy cerca, otro crimen salvaje: Alfredo Coppari

A escasos metros de donde masacraron a la pareja de jubilados se produjo el primer crimen de este año, también en el contexto de un robo. La víctima Alfredo Coppari (54), funcionario de la Fiscalía de Estado bonaerense, murió acribillado el 25 de enero por una ráfaga de tiros cuando intentó evitar que asaltaran a su hijo, en la puerta de su casa de 1, 521 y 522.  Cuando la pesquisa se encontraba enmarañada en la búsqueda de testigos, la aparición de un menor de 16 años muerto en la zona del barrio El Churrasco (en 522 bis y 118), con un arma de fuego, brindó la primera pista concreta. Una pericia arrojó que esa pistola era coincidente con la que, horas antes, habían usado para ultimar a Coppari.