“Por favor, no me mates”: la estremecedora súplica del joven acribillado a balazos en Villa Elvira
Junior Gamarra, de 27 años, recibió cuatro tiros que terminaron con su vida. Se cree que salía a robar con los chicos que lo asesinaron.
En las últimas horas se conocieron crudos detalles del brutal asesinato a tiros a un joven de 27 años ocurrido en la localidad platense de Villa Elvira. De acuerdo a lo que trascendió, la víctima fue acribillada de cuatro balazos por tres menores que se movilizaban en dos motocicletas y se cree que anteriormente robaba con los sospechosos del crimen.
“No me mates, por favor, no me mates”, fue la súplica de Junior Gamarra a sus homicidas en el hecho ocurrido en la zona de las calles 122 y 614, cuando fue interceptado por los tres menores de 14, 15 y 17 años. Después de increparlo, uno de ellos extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y efectuó varias detonaciones para luego darse a la fuga a toda velocidad.
En horas de la tarde, el damnificado bajó del colectivo y caminó hasta 611, donde uno de los acusados lo vio en plena vía pública y, tras darle el aviso, comenzaron a perseguirlo, dos a bordo de un rodado y otro corriendo. Algunos metros más adelante lograron atraparlo y si bien intentó escapar, le dieron una patada en las costillas y cayó donde apareció muerto tras recibir una salvaje balacera.
Fueron cuatro los proyectiles que impactaron en su cuerpo, uno en el tórax y otros tres en la cabeza, lo que produjo la muerte prácticamente en el acto. A pesar de que se comunicaron con el servicio de emergencias 911 para solicitar auxilio, la ambulancia del SAME nunca llegó y Gamarra agonizó mientras se desangraba tirado en el césped entre la vereda y una zanja.
Piden la detención de los acusados
A partir de su fallecimiento comenzaron las investigaciones al respecto para determinar las causas del hecho, y la principal hipótesis es que se trató de un ajuste de cuentas. La víctima había salido de la prisión hace tan solo tres meses. Según los trascendidos acerca de la pesquisa, todo apunta a que desde que recuperó la libertad, comenzó a cometer ilícitos con quienes luego se convertirían en sus verdugos.
Uno de los acusados tiene 17 años, por lo que ya es imputable, pero los dos restantes son menores de edad. De todos modos, en el marco de la investigación, desde la fiscalía interviniente solicitaron la detención definitiva de los tres sospechosos, como así también el pedido de medidas de seguridad para los más chicos para que, por el momento, no queden sueltos.
A partir de ahora, los planteos elevados por la magistrada Ana Rubio deberán ser resueltos por el juzgado. En ese marco, en caso de que el juez haga lugar, el más grande podrá ser indagado y quedará procesado por el episodio. Por otro lado, si bien los adolescentes no pueden ir a prisión, se prevé alguna instancia que les restrinja la libertad mientras avanza la causa.