Un tiroteo infernal y una muerte por escopetazo

El hombre de 71 años atacado en su casa de Punta Lara repelió un brutal tiroteo. Le dispararon con armas automáticas, él se defendió y asesinó a uno de los cacos. Los cómplices se fugaron

Fue un héroe”. Así definió un jefe policial al abuelo de 71 años que salvó su vida de milagro y mató durante un tiroteo a uno de los cuatro delincuentes que lo asaltaron en su casa de Punta Lara, la noche del miércoles. 

Tal como anticipó este medio en su edición anterior, Raúl Martínez se encontraba en su despensa de 128 y Almirante Brown, cuando aparecieron dos personas, cerca de las 21. “Uno le pidió fiambres y el otro una garrafa”, añadió el vocero ante Trama Urbana, e indicó que el último elemento “se lo iba a pasar a través del portón eléctrico”. Cuando lo levantó surgieron “otro hombre y una mujer, y se le abalanzaron los cuatro”. 

Lo condujeron hacia su casa que está unida al comercio, lo llevaron a un cuarto, lo “maniataron con una chalina a una cama cucheta y comenzaron a golpearlo con las armas en la cabeza”. Un segundo pesquisa relató que se descuidaron “por la edad que tenía la víctima, y lo ataron de manera floja”. Creyendo que el damnificado ya estaba fuera de juego comenzaron a revisar las dependencias del lugar en búsqueda de objetos de valor. 

Lo subestimaron 

Dejaron solo a Martínez, y ese fue su error. Logró desatarse y agarró de la misma habitación una escopeta de caño. Con ella, se dirigió “a la cocina para llamar al 911, pero los ladrones lo descubrieron y comenzaron a dispararle”. Los cacos emplearon pistolas automáticas calibre 9mm y 22mm, pero sus tiros no dieron en el blanco. “El hombre, atento y rápido, se defendió y repelió la agresión, al comprender que de lo contrario lo matarían. Tiró una vez, se le trabó la escopeta y tuvo la lucidez para volver a cargarla y disparar nuevamente”. 

En esta segunda ocasión, el proyectil impactó “debajo de la axila izquierda” de uno de los maleantes, Matías Nicolás Cardozo (22), domiciliado en Glew y con antecedentes; de hecho, “salió del penal de Olmos en abril”. Segundos después del impacto murió, y sus cómplices se dieron a la fuga en la Peugeot Partner azul en la que habían llegado. 

Pericias en el lugar

Martínez fue derivado al hospital Cestino por los golpes recibidos, aunque su vida no corre peligro. Ya fue dado de alta y regresó a su vivienda, donde vive con su esposa. Ahora está a la espera de que la fiscalía penal en turno lo llame a declarar, aunque aún no se sabe cuándo. “Esperamos tener primero los resultados de las pericias”, detalló una fuente judicial.

Se hicieron presentes en el lugar del hecho agentes de la comisaría Segunda de Ensenada, quienes trabajaron bajo las órdenes de Diego Bravo, titular de la Departamental la Plata, además de los peritos de la Policía Científica. 

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