Vecinos de Romero volvieron a manifestarse

Exigieron el esclarecimiento del homicidio perpetrado contra Marcela Ayala, que dormía en su casa cuando fue asaltada y asesinada por delincuentes el domingo pasado

Las autoridades están muy cerca de dar con los autores del brutal homicidio perpetrado el domingo contra Marcela Ayala (52) en su casa de Romero. Mientras tanto sus familiares y vecinos de la zona volvieron a manifestarse ayer en la comisaría del barrio, exigiendo justicia y el esclarecimiento del caso. 

Los marchantes se hicieron presentes en el lugar a las 19 llevando consigo pancartas y exigiendo, cada uno de ellos, lo mismo: la inmediata detención de los asesinos. “Sabemos quiénes son: son jóvenes de entre 18 y 21 años, vecinos de la zona y con antecedentes”, relataron los frentistas. 

En diálogo exclusivo con Trama Urbana, su exmarido Juan Manuel Alnival, dijo que ellos se habían separado hacía “varios años” pero que tenían “una excelente relación. Nos seguíamos hablando y viendo en reuniones familiares”. 

Contó también que “Marcela se había mudado ahí (al domicilio de 519 entre 170 y 171, donde la mataron) hacía un mes. Alquilaba porque su casa se la dejó a uno de nuestros hijos, para que viviera con su familia”. El caso, ya de por sí gravísimo, no fue todavía peor de casualidad: “Los fines de semana, nuestra nieta de cinco años solía quedarse a dormir, pero esta vez solo lo hizo el viernes porque el sábado se retrasó”. 

Sobre la investigación, el hombre, quien atendió a este medio mientras iba a reconocer el cuerpo de Ayala, explicó que “el titular de la comisaría Decimocuarta me pidió paciencia y dijo que tienen localizados a los delincuentes. En el barrio todos sabemos quiénes fueron”. 

Tiraron a matar 

La víctima del nuevo homicidio en ocasión de robo en nuestra ciudad tenía dos hijos, ambos hombres de 31 y 28 años, y dos nietos. Trabajaba en el conmutador del hospital Alejandro Korn y también atendía un kiosco familiar durante la noche, además de trabajar como secretaria de un médico. 

Por lo que reconstruyeron los investigadores, los cacos venían deambulando por el lugar cerca de las 6 del domingo, hasta que decidieron ingresar al departamento donde descansaba Ayala. Entraron “ayudados por el hecho de que la propiedad es lindera a un predio, por el que se podía llegar a la parte trasera de la finca”. Una vez ahí, se colaron por “una pequeña abertura de 40 centímetros, sin rejas ni medidas de seguridad más que una ventana fácil de vulnerar”. 

Lo primero que hicieron fue revolver la planta baja. Marcela, que dormía arriba, escuchó los ruidos y se despertó. Se asomó por el pasillo y se topó con uno de los maleantes, que había subido. Ni bien se encontraron, disparó. El tiro, en el pecho, mató de inmediato a la mujer. 

Consumado el crimen, sus autores se fueron “con un celular y un equipo de música, descartando otros objetos de valor en el camino”. Al cierre de esta edición, la UFI 1 analizaba las evidencias recolectadas para allanar las viviendas de los sospechosos.

Noticias Relacionadas