Violencia extrema: le prendió fuego el auto a su mujer en Villa Elvira

El salvaje amedrenta a la víctima desde hace tres años. Ella presentó ya varias denuncias y dejó de mandar a sus tres hijos al colegio por temor.

Tras haber amenazado constantemente a su exmujer y haberle prendido fuego el auto en nuestra ciudad, un hombre de 39 años fue arrestado en las últimas horas, luego de que la víctima radicara múltiples denuncias por violencia de género.

Rocío, de 34 años, tiene tres hijos de 7, 3 y 2 con el imputado, de quien dijo que sufre “violencia de género, psicológica y económica” desde hace tres años. El martes pasado, el salvaje le prendió fuego el vehículo que había dejado en la casa de una amiga de Villa Elvira, mientras ella iba a radicar una nueva denuncia a la Comisaría de la Mujer.

El ataque fue grabado por cámaras de seguridad, en las que se vio cómo el sujeto chocó el rodado de la mujer varias veces y luego, ya con otro auto y un acompañante, lo prendieron fuego y huyeron.

Tras ese incidente, ella tuvo que hacer una nueva exposición judicial, ahora en la seccional Octava, para después presentarse en la Defensoría del Pueblo. Mientras estaba ahí, el sujeto “fue a mi casa, se colgó del timbre y rompió la puerta y la ventana”, relató y graficó que “por miedo, mis hijos no están yendo al colegio”.

Fuentes del entorno familiar de la damnificada contaron que en febrero el individuo fue detenido cinco días en Mar de Ajó tras protagonizar un episodio de violencia en el domicilio en el que se encontraban Rocío con sus hijos, de vacaciones. Según la mujer, el hombre llegó al partido de La Costa a buscarla, pese a que ella estaba escoltada por un patrullero. Cuando este se fue, el salvaje apareció, con el único fin de amedrentarla.

Relato del horror

“Tengo miedo de futuras represalias porque no sé cuánto tiempo va a estar preso, estoy muy angustiada”, expuso Rocío, quien agregó: “Hace tres años que sufro violencia de género y se fue incrementando. En noviembre le agarró un ataque de furia porque llegó a casa antes que yo, y cuando lo hice pensé que me mataba. Me estaba esperando, me rompió todo el auto y no lo denuncié por miedo. Continué hasta febrero, cuando me siguió hasta la costa pese a que toda la Policía estaba alertada de que podía llegar. Ahí lo detuvieron, pero no por mi causa sino por desacato y resistencia a la autoridad, y lo liberaron a los cinco días. Ahí hice un quiebre”.

Narró que el hombre siempre tuvo “celos posesivos, controladores”, tanto que ella tuvo “un GPS en el celular para que él detectara dónde estaba yo en todo momento”.

Aseguró que el imputado “llamaba siempre por videollamada para ver dónde estaba, hasta manejando me hacía videollamadas. Después me decía que iba a cambiar, que me amaba”. Contó: “Me decía que si él estaba detenido se suicidaba, y me agarraba culpa. Embarazada de ocho meses, me llamó diciendo que iba a suicidarse, efectuó dos tiros, me cortó y no me atendía cuando lo llamaba. Después lo hizo él y me dijo que no se había matado, que estaba probando el arma pero que ahora sí se iba a quitar la vida”.

Por último, informó que también amedrentó a su madre y a su hermana, además de a ella y a sus propios hijos: “Me ha llamado durante siete horas seguidas porque no lo atendía y entonces llamaba a una de las hijas que tenemos en común, a la madrugada, y ella misma le decía que no molestara más”.

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