Una tarde fenomenal, con un Sagrado Corazón por el fútbol

El fútbol de LIFIPA lleva más de cuarenta años, y tiene a históricos clubes de la zona y de otras ciudades vecinas. Qué decir de Sagrado Corazón, el mismo colegio donde estudió “El Loco” Martín Palermo (máximo goleador de la historia de Boca). Y qué contarles de Las Mandarinas, que allá en Brandsen tiene el orgullo de tener un hincha como Martín Coggi (ex campeón mundial de boxeo).

Un predio hermoso, de los mejores, que está en la zona rural de Arana, con cuatro canchas de nueve, una de once y una de siete (donde juega el equipo celeste y negro como local). Mucha gente se llegó de los visitantes, y según comentó a El Clasiquito la mujer-DT Joana Pérez, “si bien sale un micro con todos nuestros jugadores, la mayoría de los papás eligen venir en sus autos”.

Los partidos fueron apasionantes, con ese condimento de los nervios, porque todos quieren ganar… es una verdad indisimulable. La 2010 empezó a darle satisfacción al Sagrado, ya que golearon 3 a 0, con tres tantos en el primer tiempo. Por algo les dicen “La Maquinita”.

Las “Manda” empezó a tener su fiesta de toques y de goles en la 2007, por 5 a 0, y en la 2009, por 3 a 0. Una curiosidad: el técnico Gabriel Domínguez no vive en Brandsen como la mayoría, sino en Lisandro Olmos (fue jugador de Unidos, en la Liga Amateur).

Pese al invierno, pocos tienen que acudir a la campera. Y algún papá, como el de los mellizos Paternoster, aprovecha el solcito para acomodarse en un pedacito de tierra que se eleva como una “reposera natural”. Una vez más, nos alegró ver a Marcelo Spina, otra persona que lleva un lindo récord de años conseciutivos sin faltar en el club: ¡desde 1989, cuando Sagrado arrancó con las escuelitas de fútbol para niños!

En la 2004, la de nenes de trece pirulos que este año se despiden, Sagrado sacó un gran partido adelante: 3 a 0. Y en la 2006 otra vez le toca a Las Mandarinas, con un parejo encuentro donde se llevó los dos puntos, al triunfar 3 a 1 (gran actuación del número "8" Tomás Sánchez, que convirtió dos tantos.