CRIBA, el tercero que se lleva la Copa de Campeones

Tras un electrizante empate en Villa Castells, con dos equipos que dieron todo, la tanda de penales tenía destino de Aeropuerto 

Noche de flashes, como ese arquero joven, Juancito Melzi, convertido en héroe. Flashes como los que salían también de las cámaras fotográficas, alumbrando un predio con escasas luces artificiales (15 reflectores están a años luz del fútbol profesional). Pero la pasión puede más, para ver una salida con serpentinas como la que recibió el cuadro de Villa Elisa. Una partida conversadísima, un truco, con mentiras, como las de los que fingían no haber acomodado un trompis (a oscuras, “vale todo”). 

A los 5 minutos, un golazo iluminó al Rojiverde, con un remate de Lautaro Palacios que se anidó en un ángulo. CRIBA, al que todos quieren bajar (como en los 90 era El Fuerte o en los 2000 Deportes Sur), parecía no estar en su día. Sin embargo, le bastó ese cachetazo para salir a ahogar al rival y para llegar a un empate merecido a cinco minutos del final del primer tiempo: centro perfecto de Martínez y definición de Jaime (gran figura el 10 del Azulado, aunque ¿alguien alcanzó a ver los números?).

Se fueron al descanso con cruces verbales; nada piropeadores los muchachos (con discriminadores a la orden). Un policía esperaba no tener problemas, aunque reconocía que esta vez eran cuatro veces más efectivos que en cualquier fecha de la Liga (¡arranca este sábado!).

Arrancó el segundo acto, para meter como… lo que era, una final. Clima hermoso y una luna que jugaba a las escondidas, como los DT, que no pasaron dato de las formaciones. Curuzú salió a mostrar su impronta de gladiador y CRIBA, su repertorio de jugadas, que parecían terminar adentro. Se venían los penales... Quedaba por ver la roja por agresión para Rivero, y pese a estar con diez, Aeropuerto metió una en el palo.

Sufrimiento. Lotería. Definición a dos pasos. Los cabuleros buscan indicios. Un fana del Curu se queda viendo a ese alcanzapelotas de 12 años, hijo de un exídolo, Ata Alcaraz: “Si estuviese tu viejo”. Parrado recuerda la primera edición de la Copa, cuando fue campeón con Montoro, por penales. Buen promedio de aciertos. Hasta que Da Rosa, último en ejecutar, hace lucir a Melzi… Un jovencito que entró derecho en el mundo de la Liga, como ya lo había demostrado en la semi.