Cuando el amor es más fuerte

El ex-Gimnasia, Maximiliano Kondratiuk, confirmó su casamiento con Lorena Ramella, la mujer que lo cuidó en su tratamiento luego de que se le diagnosticara la enfermedad de Wilson 

Maximiliano Kondratiuk, un berissense llegado al mundo en 1984, tiene apellido inmigrante y es reconocido por el afecto que transmite y recibe en todos sus grupos de amigos, más allá de haber jugado en Gimnasia.  

La lucha contra el síndrome de Wilson, sin embargo, lo mantuvo como protagonista de una verdadera enseñanza de vida. Cabe aclarar que dicha enfermedad provoca un exceso de cobre en el organismo, afectando así al hígado y al sistema nervioso central. 

En medio de los tratamientos que inició para combatir los síntomas que provoca esta afección, el exjugador del Lobo conoció a Lorena, una enfermera que lo tuvo como paciente, de la cual luego se enamoró. 

Ahora, la primavera de 2017 los encontrará firmando en el Registro Civil y, a partir del 10 de noviembre, Lorena Ramella pasará a llamarse Ramella de Kondratiuk. 

—Decidiste casarse con Lorena...

—Sí, porque el amor puro como el nuestro es difícil de encontrar. Ella me conoció postrado. (Maxi respondió a través de la computadora porque tiene dificultades en el habla). 

—¿Cómo fue que se conocieron?

—Obviamente fue un amor a primera vista. Ella llegaba a las 5 y yo automáticamente me despertaba, eso sucedió durante los 36 días que estuve intentando recuperarme. Fue mi enfermera. 

—Te cambió la vida. ¿Qué palabras le pondrías a esta historia?

—Felicidad, absoluta y plena.

—¿Qué virtudes y valores encontrarse en Lorena?

—Corazón de oro, bondad, compañerismo, inteligencia. Nos llevamos trece años de diferencia.

—¿Cómo resumirías el viaje de tu vida?

—Disfruté mucho mi infancia, disfruté el haber sido jugador. Lamenté mucho la muerte de mi madre y hoy por hoy puedo ser más feliz. Pero el fútbol me cansó.

—¿Por qué la decisión de escribir un libro, qué mensaje querés dejar?

—Quiero dejar el mensaje de que la vida no pasa por quejarse sino por ser feliz a pesar de todo. Recorro toda mi vida haciendo hincapié en los últimos ocho años.

—¿Cuándo sale publicado?

—El 11 de mayo lo presentamos en la Feria del Libro, en la Rural. Y unos días después va a la venta. Agradezco a todos los que me permitieron hacer este libro, a mi hijo Santino y Lorena, mis dos grandes estímulos de vida.

Una mano que se tiende...

Lorena Ramella es enfermera y compañera de vida  de Maxi. Mientras se llevó a cabo la entrevista con este diario, nunca le soltó la mano. 

 —¿Cómo fue el apoyo de quienes lo acompañaban cuando se apagaron las cámaras?

—En su momento me dolió que se fueran muchas personas que lo rodeaban, estuvo mucho tiempo encerrado. Quedamos los que lo queremos. Pero Maxi me dijo: “Igual eso no me interesa, con que estés vos, suficiente”. 

—¿Cómo lo ves hoy?

—Está feliz, perdió muchas cosas en la vida, pero ganó otras tantas. Es muy inteligente y se adaptó a lo que tiene que vivir. 

—¿Qué encontraste en Maxi?

—Todo, la felicidad plena y absoluta.

—¿Cómo están organizando lo del casamiento?

—Maxi está preparando todo, por internet consiguió el catering, el salón, y ya está todo listo para que el 10 de noviembre sea el civil en Berisso.

—¿Qué hacen juntos?

—Con Maxi salimos a todos lados. Vamos a pasear, a fiestas y hasta cuando se tiene que votar lo hacemos. Que no hable no quiere decir que no sea gente. Se incorporó muy bien a mi familia y mi grupo de amigos, también yo a la de él.