De Villa Elisa a la montaña, campeón nacional de Mountain Bike

Mathías Merli, el platense de tan solo 17 años que es una de las promesas de la disciplina en el país, visitó la redacción de este medio tras coronarse en su categoría y detalló sus inicios en el deporte. También confesó sus proyectos de cara al futuro

Mathías Merli cursa el secundario en el San Vicente de Paul y todos los días viaja en colectivo desde Villa Elisa para llegar a tiempo y que no le corra media falta. 

Sus padres, Diego Merli y Alejandra Montero, le inculcaron el hábito del deporte y la pasión por la montaña. 

Pese a vivir siempre en la llanura platense, este joven vecino de la zona norte se acaba de consagrar campeón nacional de  Mountain Bike, y se infla el pecho diciendo que en la montaña lo conocen como “El chico del llano que vino a conquistar la cima”.

Orgulloso de su todo terreno Raleigh Mojave (así se llama el modelo de bici que montó para consagrarse), Mathías mostró sus facilidades para levantar en el aire su vehículo en la puerta de diario Hoy, donde echó a rodar sus sueños como deportista. 

—¿Qué te genera representar a tu ciudad?

—Decir que soy de La Plata es un orgullo. Representarla a lo largo y ancho del país te genera satisfacción, más allá de los resultados. Obviamente, siempre trato de dejar todo para que sean los mejores, sueño con dejar a la ciudad en lo más alto. Cada vez que voy a competir, me dicen: “El chico del llano, el chico de La Plata”, ya que corro en lugares montañosos.

—¿Cómo fueron tus inicios?

—Arranqué a los 12 años. Mis tíos andaban en bicicleta por el sendero de Parque Pereyra. Ellos me hicieron conocer este mundo y de a poco me fui metiendo. La prueba que me hizo dar ese click fue un rally, en donde no tuve podio, pero corrí con 14 años. Haber finalizado dentro de los primeros 20, entre 40 corredores, y siendo que todos eran mayores de 17, me dio el empujón necesario para seguir.

—¿Cuáles son tus proyectos?

—Para 2017 tengo muchos objetivos. Espero tener buenos resultados en las próximas competiciones. Ya estoy entrenando para poder tener un llamado a la selección nacional de ciclismo y, si Dios quiere, una convocatoria al Mundial de Australia.  Este año la competición fue en Andorra, ahora trataré de dar lo mejor. Estoy ilusionado con poder competir por mi país.

—¿Tenés algún referente?

—Soy de mirar a todos los que practican este deporte. Me gusta mucho Catriel Andrés Soto, un argentino ya consagrado, y sueño con llegar a ese nivel de competición, siempre con trabajo y esfuerzo.

  —¿A quién le dedicás tus logros?

—A toda mi familia. Todos me acompañan y apoyan en cada momento que me toca vivir. Cuando no me va bien, siempre me  dicen: “Dale Mati, vos podés. No te des por vencido”. Y eso es lo que a uno lo llena e impulsa para continuar.

—¿Cuál es el balance personal?

—Fue un año muy bueno, muy lindo, lleno de experiencias con las que aprendí y crecí como deportista.

—¿Un sueño personal?

—Por lo pronto, una convocatoria al seleccionado argentino y, por qué no, soñar con los próximos Juegos Olímpicos de Japón. Daré lo mejor de mí para lograrlo y superarme.