El destino puso a Verón en el cruce de los próceres

Estudiantes se encuentra en Guayaquil, ciudad donde hace casi 200 años se produjo la histórica reunión entre San Martín y Simón Bolívar 

Juan Sebastián Verón, un prócer para todos los albirrojos, podría librar mañana la última batalla como jugador profesional dentro de una cancha, cuando esgrima el brazalete de capitán en su brazo izquierdo, cual guerrero fuera de casa. 

Haciendo honor al nombre de la Copa (Libertadores), el destino puso a Estudiantes a jugar este trascendental encuentro en las tierras donde Simón Bolívar y José de San Martín concluyeron el proceso de liberación de Latinoamérica. 

El Hombre de América había iniciado las conquistas de Venezuela y Colombia por la zona norte del continente, de este a oeste, llegando hasta Ecuador, en los primeros años de la tercera década del siglo XIX. Allí se topó con el Ejército Libertador de San Martín, quien comenzó la campaña en 1817 con el Cruce de Los Andes, liberando primero a Chile e iniciando el ascenso para repetir el logro en Perú. 

Sin haberlo planificado de antemano, estos dos próceres se chocaron casi a la mitad de su recorrido (uno de sur a norte y el otro de norte a sur de Sudamérica, por la zona del Pacífico), luchando contra la realeza española, que tenía su punto más fuerte en Perú. 

Lejos de confrontar, el 26 de julio de 1822 (hace 195 años), los dos generales se entrevistaron de forma privada a orillas del río Guayas, donde en la actualidad cientos de turistas posan a diario reconociendo este punto como uno de los dos más importantes de Ecuador, junto a la línea que divide el hemisferio norte del sur en Quito. 

En esta plaza, que hoy honra a los responsables de expulsar a la realeza española de Latinoamérica en el siglo XIX, se juntaron los hinchas de Estudiantes para palpitar el partido de mañana, que puede marcar un antes y un después para el Barcelona o el León. 

Verón tendrá la posibilidad de repetir, en la faceta deportiva, lo que hizo el padre de nuestra Patria en este mismo lugar y terminar su misión, que en este caso es poder colocar a Estudiantes en otra fase de la Copa. 

La historia de América, en una plaza

El monumento eregido en el parque público conocido como el Hemiciclo de la Rotonda está compuesto por doce columnas de mármol de Carrara. Dicha obra, ubicada en Guayaquil, conmemora el legendario encuentro entre los libertadores San Martín y Bolívar, ocurrido en 1822.

La idea de llevar a cabo semejante homenaje nació en 1913, a partir de una decisión del Congreso Nacional de la República de Ecuador. El objetivo era celebrar el centenario de aquella reunión, aunque el proyecto, a cargo del español José Antonio Homs, quedó archivado y recién logró inaugurarse en 1938.

Los altorrelieves de las placas fueron fundidos en la ciudad italiana de Florencia. Homs llegó a Guayaquil el 25 de julio de 1937 y tres días después arribó el barco que trajo las estatuas de los próceres. 

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