En la escala de valores, lo primero es estudiar...

Rodrigo Corbalán, de Villa San Carlos, fue “el ejemplo universal” y terminó el secundario gracias al apoyo del programa El Deporte Estudia, coordinado por Emanuel Ávalo Piedrabuena. Tras aprobar la última materia, el futbolista habló con este medio

Con orgullo y con pasión, estudiantes, estudiantes, a estudiar”, reza una de las estrofas de la canción de Pipo Cipolatti. Rodrigo Corbalán, futbolista de la Primera de Villa San Carlos, le hizo honor y terminó el secundario.

El “Melli”, apodo que recibió el joven de 21 años por tener un hermano gemelo, fue acompañado por Emanuel Ávalo Piedrabuena, histórico jugador del equipo de Berisso que desde hace tres años trabaja contra la deserción escolar en el fútbol, en el marco del programa El Deporte Estudia. Corbalán se sumó a la lista de Gonzalo Paredes y Alan Kardasinski, quienes también culminaron la etapa de educación secundaria.

Rodrigo jugó en las divisiones menores de Estudiantes y debutó en San Carlos a fines de 2016, ante San Telmo. Tras haber aprobado el pasado lunes su última materia, Filosofía, en la Escuela Media nº 15, y terminado su formación,  dialogó sobre su experiencia con este medio.

—¿Cómo fue el proceso hasta llegar a terminar los estudios?

—En un principio se me complicaba, por un tema de horarios, ya que entrenaba a la mañana. A nivel de mayores también se entrena en turno matutino y se me dificultaba ir a clases. Había momentos en los que no iba a la escuela porque quería jugar al fútbol. Repetí cuatro veces, pero nunca dejé el colegio. 

—¿Cuándo te empezó a acompañar Emanuel Ávalo Piedrabuena?

—A Ema lo conocí en Primera. Me ayudó a terminar el secundario, acompañándome mientras estudiaba las materias que me quedaban. Un día se me pasó por la cabeza pensar: “No rindo más la última materia”. Pero, gracias a Emanuel, terminé la escuela.

—¿Qué te decía Emanuel?

—Me insistía para que completara los estudios. Me dijo que me va a servir el día de mañana y que a él le hubiera gustado terminar a mi edad.

—¿Para qué pensás que te va a servir este título?

—Me va a servir en la vida. Sin el secundario, no podés conseguir trabajo en ningún lado, más allá del fútbol. Si no sigo en este deporte, tendré que ganarme la vida de otra manera. Quiero hacer un curso de carpintería y estudiar Psicología.

—¿Cómo se hace para terminar el secundario y pelear la permanencia al mismo tiempo?

—Es complicado, pero lo tomé con tranquilidad. Falté a entrenar para estudiar. Le agradezco a la Media nº 15, que me ayudó y me permitió rendir en un turno que me servía.

—¿Antes te costaba más estudiar?

—Siempre se me hizo complicado, pero en Estudiantes más. Allí me presionaban: “Primero el estudio y luego el fútbol”, era la idea. Eso me llevó a no querer estudiar y a no poder jugar. Pensé que en San Carlos no me iban a pedir eso, pero al final terminé el colegio. Es lo correcto. El tema es que en Estudiantes te preguntaban pero quizá no te acompañaban. Es muy bueno lo que hace Emanuel, porque uno no queda solo. Te aporta consejos. Una vez le pedí que me resumiera unos textos (risas), pero rápidamente entendí que tiene que quedarme lo que estudio, de lo contrario no estaría aprendiendo.