Salinas, el berissense que marca el camino de Chaca hacia la A

Mañana el Funebrero puede volver a Primera y para ese sueño cuenta con un ex-Villa San Carlos. Justo puede ser con Chicago en un clásico del ascenso

A falta de dos fechas para el final del torneo de la B Nacional, Chacarita podría mañana desatar un festejo en cancha de su archirrival Nueva Chicago, cuando salte a la cancha a las 15.30 apostando a ganador y esperando una mano de  Central Córdoba, que en el mismo horario recibirá a Brown de Madryn.

El Funebrero le sacó un punto de ventaja a los del Sur, que perdiendo mañana le dejarán el ascenso servido a los de San Martín.

 “Sería la segunda vez que podría decir que ascendí, algo que no se le da a muchos jugadores. Es un privilegio y por eso estamos concentrados desde el martes”, contó a este medio el delantero Rodrigo Salinas, quien viene de hacer el primer gol en el último triunfo ante Juventud Unida en el partido del miércoles a la noche. 

El equipo de San Martín, que tiene como DT a Gastón Coyete, lo valora al “Rorro” como un símbolo. Es más, es el artillero holgado con 28 festejos. “Llevamos un punto arriba, y quedan dos fechas. Solo nos enfocamos en lo que podemos hacer nosotros. No importa en qué circunstancia se jueguen, estos clásicos son los que la gente quiere ganar”, sintetizó. En la última fecha, recibirán a Argentinos. 

Una historia particular

Este berissense que el 5 de julio cumplió 31 años, podría vivir otro día de felicidad futbolera, similar al de 2009, cuando convirtió el primer gol de un clásico muy recordado por todo Villa San Carlos, ante Cambaceres. Ayer, este medio consultó a algunos de los que también vivieron a pleno ese 18 de mayo. Marcelo Malli, quien era el DT, rescató una anécdota que no había salido a la luz. “Llevábamos 9 puntos y faltaban tres partidos. Rodrigo metió el 1 a 0 y creo que Miranda agarró la pelota de adentro y la pateó al cielo de la alegría. Me acordé de Argentina cuando en 1978 ganó el Mundial: el árbitro le pidió el balón a Larrosa, pero no se lo dio. Se me vino la imagen y me fui a buscar esa pelota. El referí me la pidió y le di otra, la del gol de Salinas nunca, está en mi casa, firmada en cada gajo por los que ascendieron”. 

Besada recordó: “Al llegar al club lo fuimos a buscar al trabajo, jugaba de doble cinco. En una práctica andaba empacado y me encaró a mí y a Gorostieta: ¡quiero jugar de 9! Lo pusimos en Berisso contra Argentino de Rosario, la Villa goleó 4 a 1 con Salinas jugando bien de nueve, para nunca más dejar esa posición”.  

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