Si ponen a los suplentes en el clásico, quizás les vaya mejor

A una semana del primer choque entre el Pincha y el Lobo por la Sudamericana, los dos entrenadores parecen estar decididos a ponerse la soga al cuello al evaluar preservar a los titulares en la quinta fecha del campeonato

No es mentira eso de que un clásico atenta contra la estabilidad de un entrenador. Prueba de ello es el pensamiento de Pedro Troglio y Mauricio Pellegrino, que casi haciendo un pacto con la cautela, analizan preservar a los mejores jugadores el próximo fin de semana, descontando que lo más importante llegará el martes que viene a las 20.15.

Sin pensarlo ni medirlo, los técnicos se ponen la soga al cuello, dejando en evidencia que lo único que importa es clasificar en el certamen internacional, sin tener en cuenta que en la previa hay un 50 por ciento de posibilidades de lograrlo, pero otro 50 de quedarse en el camino.

Ante lo mostrado por los equipos en el último partido, tal vez resulte mejor el recambio, ya que lo hecho por los titulares del Pincha y del Lobo en el último fin de semana dejó mucho que desear.

Quien sabe si el destino no le juegue una buena pasada a Gimnasia o a Estudiantes, y los entrenadores encuentren el próximo sábado alguna de las soluciones que están necesitando para cambiar las imágenes de los equipos.

Por ahora, con un arranque incierto para ambos, las obligaciones son más fuertes y las consecuencias de una eliminación podrían ser letales para Troglio o Pellegrino, a pesar de que a uno le sobran espaldas, y al otro parecen estar decidido a sostenerlo a toda costa, y hasta ayer le renovaron el contrato.

La opinión de los hinchas, sin embargo, inclinará la decisión final, cuando en los últimos días de septiembre alguno de los dos deba pagar el costo de haberse quedado en el camino, luego de apostar tanto con mucho tiempo de anticipación.

En Estudiantes y Gimnasia, en efecto, hay sobrados ejemplos (ver aparte) que acreditan que el resultado de un partido puede fortalecer a un técnico y terminar con el trabajo del otro.

A diferencia de lo que pasó en el verano, cuando lo que estaba en juego era la Copa de verano de Mar del Plata, dentro de una semana se empezará a definir la llave de la Sudamericana, a la cual los dos equipos de nuestra ciudad accedieron por haber hecho bien los deberes en el primer semestre del año.

Tanto es lo que se pone en juego en estos dos partidos, que encima van a tener el complemento de un tercero también en septiembre por el campeonato local, que los dos entrenadores coincidieron en la estrategia de cuidar algunos titulares en los partidos del próximo fin de semana, pensando en guardarse “lo mejor que tienen”.

Los que no aguantaron una derrota

Desde 2000 a esta parte, cuatro directores técnicos abandonaron sus funciones como consecuencia de una derrota en un clásico platense.

El último antecedente es el de Diego Cocca, quien dejó la conducción técnica de Gimnasia luego de una caída 2-0 ante Estudiantes en Quilmes. El partido en cuestión formó parte de la cuarta fecha del torneo Apertura 2010 y tuvo como goleadores a Federico Fernández y Sebastián Verón.

Para encontrar otro caso hay que retroceder dos años más: Guillermo Sanguinetti renunció a su cargo luego del revés que sufrió ante Estudiantes (3-1) en el estadio Ciudad de La Plata, donde anotaron Agustín Alayes, Sebastián Romero, José Luis Calderón y Mauro Boselli.

El tercer caso en este recorrido es el de Mario Gómez, quien dejó su puesto el 5 de octubre de 2003, luego de que su equipo albiazul cayera 1-0 ante el Pincha en 1 y 57 por el tanto de José Ernesto Sosa.

Unos meses antes, Oscar Malbernat se había alejado del León tras el recordado 4-2 que le propinó Gimnasia en el estadio albirrojo.