Pedro Aznar vuelve a La Plata con un show "A la carta"

El prestigioso músico se presenta esta noche con un repertorio en el que las canciones fueron elegidas por el público. La era beatle, sus días en Serú Girán y cuestiones que exceden a la música, en este distendido diálogo con Hoy

La de Pedro Aznar es una trayectoria amplia, casi inabarcable, que es necesario destacar -por cuestiones de espacio, simplemente enumerar-: a los 7 años escuchó a Los Beatles y decidió que quería ser músico; a los 9 comenzó a estudiar guitarra clásica, a los 14 su bajo ya sonaba en la banda argentina de jazz rock Madre Atómica; a fines de los ’70 -esta historia la conocen-, en Brasil, conoció a Charly García y junto a David Lebón y Oscar Moro formaron la influyente Serú Girán; en 1982 quiso despegar como solista -lo hizo con un disco homónimo-, pero el guitarrista estadounidense Pat Metheny lo escuchó, lo requirió para su grupo y hacia allí fue, hasta que a mediados de los ’80 -entre colaboraciones con Charly, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati y hasta con Roger Waters, entre otros colegas- se dedicó por completo a su obra en solitario. 

Con unos jóvenes e intensos 54 años, ahora celebra parte de ese repertorio con su gira A la carta, en la que la lista de temas la armó el público: “Me pareció muy fresco y estimulante que la gente eligiera sus canciones. Es algo que venía planeando hace tiempo, pero sentí que este era el momento justo, ya que vuelvo a tocar con mi banda, después de un año con el unipersonal Mil noches y un instante”, precisa a Hoy el músico que esta noche, desde las 21 y con entradas agotadas, presentará su flamante propuesta en el Teatro Coliseo Podestá (10, entre 46 y 47).

Sobre el show, anticipa que “tiene canciones muy poderosas y variadas. Hay muchos clásicos y temas que hacía mucho tiempo no tocábamos. Es un recorrido amplio, con la prioridad puesta en el repertorio con banda”.

 La prioridad también fue la participación del público, ¿por qué?

Me gusta tocar canciones que sé que la gente disfruta. El entusiasmo del público modifica mucho lo que pasa sobre el escenario; el placer de ellos amplifica el mío. La prioridad, también, siempre es conmover al oyente, tocarle el corazón, sembrarle una idea motivadora o transformadora, sin posturas de ninguna clase.

¿En qué momento de tu carrera llega esta gira?

Es un momento espontáneo, en que hago y digo lo que me parece. Confío cada vez más en la intuición, que, en definitiva, sabe más y se equivoca menos que la razón. O, por lo menos, se equivoca más linda y valientemente que ella.

Antes de ser músico, vos también fuiste oyente, ¿qué le dirías hoy a aquel niño?

El niño que fui sigue viviendo en mí, y la música es uno de los espacios donde más se manifiesta. Lo tomaría de la mano, le haría un mimo en la cabeza, le guiñaría un ojo y me iría caminando con él a alguna plaza, escuchando los dos el disco mío que él quiera elegir, para que me diga si vamos bien.

Hubo un tiempo que fue Serú

Al hurgar en sus primeros sonidos, Aznar asegura que su acercamiento a la música “fue instintivo, pero escuchar a Los Beatles me catapultó definitivamente a la órbita musical, y al deseo de ser parte de esa energía imparable que generaba un grupo de rock. Más tarde vi que muchas cosas pueden ser “rock”: Stravinsky es rock, Piazzolla es rock, la baguala es rock, por su potencia, rebeldía y pasión”. 

La influencia beatle más tarde daría origen a ese “súper grupo” que fue Serú Girán, nacido en la era más demencial del país como “una decisión de no bajar los brazos ni entregarse a la desesperación o la amargura. Éramos tipos jóvenes, llenos de vida, creatividad e inquietudes; y el clima, por opresivo que fuera, no nos iba a parar. Pudimos comunicar lo que queríamos sin que la censura entendiera el mensaje”.

¿Encontrás explicación a la vigencia de Los Beatles o Serú Girán? 

Son bandas que tenían y tienen hondura. No eran “el sabor de la semana”, ponían en juego valores y conceptos grandes, perdurables, universales. Eso nunca caduca.

No sólo del bajo vive Pedro

A menudo se lo reconoce como el mejor bajista del país. Sin embargo, cuando entre 1982 y 1984 integró el Pat Metheny Group desplegó su carácter multiinstrumentista interpretando vibráfono, percusiones y guitarras. Carácter que puso a disposición de su espectáculo Mil noches y un instante -que el año pasado trajo a La Plata-, un unipersonal que en los próximos días editará en DVD y que continuará haciendo en paralelo al tour A la carta.

Más allá de la música, ¿qué hacés entre gira y gira?

Me gusta mucho escribir y sacar fotos mientras viajo. El próximo 19 de junio inauguro mi primera exposición fotográfica en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires, por lo que estoy muy entusiasmado. Luego voy a dedicar tiempo a componer; planeo un disco de estudio -tras Ahora (2012)- para 2015.