Argentinos en la búsqueda de los orígenes del Universo

La Dra. Norma Sánchez, ensenadense egresada de la UNLP, nos explica desde París los resultados obtenidos por el satélite Planck, que ella había anticipado en estudios anteriores

Un equipo de astrónomos publicó recientemente la imagen más nítida y antigua del universo jamás tomada, cuyo análisis confirma las teorías planteadas por dos físicos argentinos egresados en la Universidad Nacional de La Plata.

El satélite Planck (de la Agencia Espacial Europea) fue lanzado con el objetivo de detectar la primera luz emitida por el Big Bang, una mina de oro de información para los cosmólogos que buscan intensamente encontrar respuestas sobre los orígenes del universo.

Teorías comprobadas

Estos hallazgos continúan a los encontrados por misiones anteriores, cuyos datos confirma y ajusta. “Los datos del satélite Planck no nos sorprenden: ya habíamos publicado de manera muy clara y precisa los resultados que podía o no encontrar” explicó al diario Hoy la Dra. Norma Sánchez, directora de investigación en el Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia. La investigadora señaló que junto al físico Héctor José de Vega, adelantaron estas conclusiones luego de analizar la información enviada por otro enorme satélite lanzado previamente por la Nasa, el Wmap (Wilkinson Microwave Anisotropy Probe). Cabe destacar que ambos investigadores son egresados de la UNLP.

Sánchez y De Vega anticiparon la existencia de ondas gravitacionales en la “infancia” del cosmos y también una etapa de expansión del Universo primitivo, un período de inflación rápida (de una fracción mínima de segundo) previa a otra más lenta antes del Big Bang. 

Con la misión del Planck se corroboraron estos postulados y se ajustaron además algunas cifras en cuanto a la edad y su composición del universo, que se calcula tiene 13,81 mil millones de años de edad y está formado por un 4,9% de átomos, un 26,8% de materia oscura y un 68,3% de energía oscura. 

Estudios pioneros

No es la primera vez que Sánchez se adelanta con sus teorías (ya le había ganado por varios años a Stephen Hawkins con sus postulados sobre los agujeros negros) y estas pruebas vuelven a avalar la calidad de sus estudios. “Un avance científico, en general, resulta de varios avances parciales. Hay momentos de cristalización o en el que se realiza un descubrimiento importante, puede ser en poco o más tiempo” señala la científica, quien agrega que “en este campo de la ciencia, este momento corona y estimula a seguir en la buena dirección” señaló.

Se sabe que hubo una inflación, una explosión y luego una expansión constante del cosmos, pero cómo fue en sus principios es un misterio que desvela a la comunidad científica. Para llegar al fondo de la cuestión se busca encontrar, como si se tratara de un animal extinto, los restos fósiles de aquella primera ardiente radiación, de la que hoy sólo llega su tenue remanente a los sensores de los satélites, que captan su temperatura.

Entre otras importantísimas comprobaciones generadas por el Wmap y el Planck (y anteriormente por el Cobe), se destaca la concordancia de estos datos con la Teoría General de la relatividad de Einstein, que implica que vivimos en Universo plano, con gravedad y en tres dimensiones espaciales.

Más allá del Big Bang

èNora Sánchez y Héctor de Vega elaboraron una teoría sobre los principios del universo, y están cada vez más cerca de encontrar respuestas. 

èA partir de analizar los datos del satélite Wmap, hallaron la existencia de ondas gravitacionales en el universo temprano y descubrieron una nueva etapa de expansión previa al Big Bang

èLos datos del satélite Plank confirmaron sus teorías

èAmbos son exalumnos de la UNLP. Actualmente son Directores de Investigación en el prestigioso Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia. Sueñan con encontrar el origen del tiempo.

Las investigaciones que se vienen

¿Y qué viene después de la  imagen más detallada del universo? “Esperamos con mayor interés los próximos datos del satélite anunciado para 2014  que nos darán información sobre el origen del tiempo, es decir, de las fluctuaciones que no sólo dieron origen a la estructura del universo sino las propias del espacio-tiempo (los "gravitones") del universo infante” cuenta al diario Hoy desde París la Dra. Norma Sánchez. “Además, cuando los datos puedan ser públicos (es decir, accesibles para ser analizados independiente por otros grupos de científicos), pensamos analizarlos con nuestro método -que ya fue aplicado exitosamente a los datos del satélite Wmap- y esperamos encontrar mas información y resultados” agregó. 

Una ciudadana ilustre 

Oriunda de la localidad de Ensenada, Norma Sánchez completó sus estudios primarios y secundarios en el Normal nº 1 de La Plata, siendo abanderada en ambas etapas. 

Continuó su educación en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y luego se radicó en Francia, en donde accedió al título de Doctora de Estado de la Universidad de París. Actualmente, es Directora de Investigaciones del prestigioso Centro Nacional de Investigaciones Científicas de Francia y directora de la Escuela de Astrofísica “Daniel Chalonge”.  

Su producción científica incluye dos importantes resultados de gran actualidad: la existencia de las ondas gravitacionales en el universo temprano y el descubrimiento de una nueva etapa de expansión del universo primitivo usando los datos del satélite de la NASA/ Wmap.

Fue declarada ciudadana ilustre de la localidad de Ensenada. Allí volvió en numerosas ocasiones, en donde realizó charlas de divulgación científica para la comunidad e impulsó la creación de un laboratorio de Ciencias Naturales en la Escuela nº 2. 

El reconocimiento de un Nobel

Por el trabajo realizado con los datos del satélite Wmap los exalumnos de la UNLP Norma Sánchez y Héctor de Vega, fueron distinguidos por George Smoot, del Lawrence Berkeley Laboratory (Estados Unidos), quien les entregó personalmente una copia de su medalla Nobel y una maqueta representando la historia del Universo.

Los análisis elaborados por el equipo argentino son continuadores de los elaborados por  George Smoot y J. Mather, ganadores del premio Nobel de Física en 2006.