Facultad de Informática - UNLP

El mayor promotor de software libre dio una conferencia en La Plata

Ante un auditorio rebalsado, Jon “Maddog” Hall brindó una charla en la Facultad de Informática sobre los cuatro pilares que suponen, para países en desarrollo, los programas sin derechos de propiedad, cuya nave insignia es el sistema operativo Linux. “La Universidad no está para conseguirles buenos trabajos, está para enseñarles a pensar”, sentenció el gurú

El software libre es el conjunto de programas de computación que por elección de su creador pueden ser copiados, estudiados, modificados y utilizados libremente con cualquier fin. Su definición está vinculada al nacimiento del movimiento de software libre, que coloca la libertad del usuario informático como propósito ético fundamental. 

Jon “Maddog” Hall, un célebre programador nacido en Norteamérica, recorre el mundo desde hace décadas con el único objetivo de dar a conocer las ventajas de usar el programa Linux como sistema operativo alternativo a Windows (de Microsoft) y Mac OS (de Apple). Hall es nada menos que el director ejecutivo de Linux International, y una de las referencias ineludibles de quienes pregonan este tipo de software. Ayer por la tarde dio una conferencia magistral en la Facultad de Informática de la UNLP, con un auditorio colmado de más de 300 alumnos y curiosos, que fue el broche de oro de las jornadas de la Conferencia Internacional de Software Libre, la reunión de tecnología libre más importante de todo el Cono Sur.

“Sin conocimiento abierto no hay innovación; sin innovación no hay desarrollo”, dijo al presentar al informático Jorge Cabezas, dirigente de la Asociación Gremial de Computación, entidad que junto con la organización estudiantil La Fuente fueron los organizadores del evento.

Un Grand Slam para Argentina 

“¿Ustedes creen que la Universidad está para que consigan un buen trabajo? No, está para enseñarles a pensar”, dijo el gurú del software libre casi al inicio de su alocución. La juvenil audiencia lo observaba en silencio y lo filmaba con sus celulares. 

La conferencia de ayer fue el final de una gira por el continente, luego de Brasil, donde presentó su conferencia sobre los beneficios del software de libre acceso. “Un Grand Slam, en béisbol, es un jonrón con las tres bases llenas. Es lo máximo que puedes hacer en el béisbol”, dijo Hall, utilizando una comparación con el popular deporte estadounidense. “El software libre es como un Grand Slam”, graficó.

El informático dividió la charla en cuatro puntos, a los que llamó las cuatro bases. “La primera base es el Linux Professional Institute (LPI), que certifica a los profesionales Linux. Es un test que se rinde y certifica que se saben los contenidos específicos”, dijo Hall. “Hay más de 200.000 profesionales certificados Linux en 190 países del mundo. Lo que hacemos es certificar y guiar que los conocimientos que ustedes tienen, para que los apliquen”, concluyó.

La segunda base es el Proyecto Caua: “La idea de este proyecto es crear millones de trabajos privados que usen el software libre. Pero lo que queremos es crear millones de compañías con un solo empleado: cada uno de ustedes”, explicó. Hall está con este proyecto hace más de una década. Consiste en impulsar a cada usuario a ser un emprendedor que sepa cómo utilizar el Linux. “No he tenido un jefe que no sea yo mismo en los últimos 20 años”, agregó.

Además, Hall mostró el Media Center, una computadora del tamaño de un casette que puede controlar las funciones de los nuevos edificios, como regular la temperatura del agua o sostener la electricidad durante diez minutos cuando se corta.

La tercera base en el discurso del gurú informático es hacer computadoras más baratas. “Queremos reducir el precio de las computadoras de Taiwan, llenas de impuestos, drásticamente”, afirmó. En imágenes proyectadas en una pantalla, mostró un prototipo madre de solo 35 dólares producido en China. “En Argentina hay empresas que podrían hacerlo, pero sin embargo son mucho más caras, porque la gente que le pone el precio no quiere abaratarla”.

Y por último la cuarta base, la formación académica. Hall relató que en universidades chinas y brasileras, a través de convenios con su compañía, se enseñan los programas de Linux para emplearlos en la vida profesional. “Ahora podremos hacerlo en Argentina”, agregó. “Nunca se rindan”, dijo Hall al cierre de la charla. “La idea es que lancen sus propios proyectos mientras están estudiando en la Universidad, y tengan algo para mostrar cuando se reciban”, finalizó.

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