Crisis en la empresa estatal
“Aerolíneas Argentinas está quebrada”
En diálogo con Hoy, el especialista aerocomercial, Franco Rinaldi, sentencia que la empresa estatal “ya no existe” y que el kirchnerismo llevó adelante “la estafa más grande en la historia de la compañía”. Problemas, crisis y déficit de la gestión del camporista Mariano Recalde, reflejados en la cancelación de otro vuelo
Fallas, demoras y cancelaciones. Pasó en las vacaciones de invierno, con cientos de pasajeros varados, esperando por vuelos que nunca despegarían. Pasa, prácticamente, desde que el kirchnerismo se hizo cargo de Aerolíneas Argentineas (AA) y Austral; desde que el 16 de julio de 2009, el camporista Mariano Recalde asumió la presidencia de una empresa que, en sus manos (y pese a los más de $ 400 millones mensuales que el Estado le transfiere en concepto de subsidios), pierde US$ 2600 millones contra los US$ 1900 millones que factura, generando un déficit de US$ 2 millones diarios.
Otra vez, ese desmanejo del que Hoy ha dado cuenta en distintas oportunidades se vio reflejado el jueves, cuando unos 300 usuarios esperaban en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza para abordar el vuelo AR1370, que debía despegar a las 22, con destino a Cancún. La aeronave pudo partir recién a las 2.20, pero debió aterrizar media hora después por una pérdida de aceite.
“En AA ya sabían que ese avión no estaba en condiciones de volar, pero asumieron el riesgo; es la cuarta vez, en un mes, que se rompe. Nuevamente se reitera la falta de mantenimiento, porque la empresa tiene aviones destrozados, de más de 20 años, que vuelan al límite. Si Aerolíneas volara con mayor frecuencia, ya habría ocurrido una tragedia, porque la situación es alarmante”, sentenció a nuestro diario el licenciado en ciencias políticas, periodista y autor del libro Aerolíneas Argentinas. 2000 días de pérdidas, Franco Rinaldi.
Una empresa fantasma
Para el investigador del sector aerocomercial, esta es “la estafa más grande que se ha hecho en toda la historia de AA” e hizo una comparación asombrosa: “La firma recibe del Estado nacional el equivalente para comprar dos empresas del tamaño y la relevancia de Air France, que tiene 300 aviones. Sin embargo, AA, que tiene poco más de 70 aeronaves (la mayoría de ellas alquiladas), está endeuda, en cesación de pagos y técnicamente no existe, está quebrada”.
Así, sin ese millonario respirador artificial que es la Casa Rosada, la compañía estatal no podría hacer despegar sus aviones. “No obstante, sus pasivos superan ampliamente a los activos, porque se roban el dinero, porque los fondos que le pasa el Estado se utilizan para financiar el déficit y pagarle a los seis mil empleados que contrató Reclade, todos militantes de La Cámpora sin idea en la materia”, aseguró Rinaldi.
La vara que deja Recalde al cabo de su gestión es muy baja: sólo con él AA fue tan deficitaria y sólo él puso en riesgo la vida de miles de pasajeros, con el caso paradigmático del vuelo que pilotó la vedette Vicky Xipolitakis, que pasará a la historia como otra de las decadentes fotografías de la década K. Tan baja es esa vara que será imposible levantarla, se resigna Rinaldi, porque “no hay nada para mejorar. Aerolíneas Argentinas ya no existe, debió haber cerrado sus puertas hace rato. Mauricio Macri tendrá que asumir esta situación, dar cuenta del asalto al Estado nacional que se ha hecho en estos años y declarar la quiebra”.
La elegida de Macri
Luego de casi siete años al frente de su deficitaria gestión en Aerolíneas Argentinas, el próximo 10 de diciembre Mariano Recalde deberá pasar al llano y dar un paso al costado. Su puesto, entonces, podría ser ocupado por Isela Costantini, la presidenta de la filial de General Motors que en las últimas horas fue tentada por el presidente electo, Mauricio Macri. Sin embargo, su entorno le sugirió que decline la propuesta, dada la complicada situación de la compañía estatal.
Desde el año pasado, Costantini es, además, la titular de la Asociación de Fabricantes de Automotores (ADEFA). En el mundo empresarial destacan como su cualidad principal su capacidad de gestión y negociación. Fue la primera mujer en ser máxima responsable de una automotriz en la Argentina y la primera en presidir el coloquio empresarial de IDEA.
De padres argentinos, nació en San Pablo, Brasil, tiene 44 años y dos hijos. Fue electa CEO del año en 2015 y en 2013, la revista Fortune la incluyó en el listado de las 50 mujeres más poderosas del mundo.
Es licenciada en Comunicaciones y está en cargos gerenciales en la automotriz General Motors desde 1998 hasta llegar a la presidencia de la sucursal que abarca Argentina, Uruguay y Paraguay.