Alerta: jubilaciones en riesgo

El gobierno K profundizó el desfinanciamiento de la Anses al quedarse en septiembre con $8000 millones que deberían servir para el sostenimiento del sistema previsional. Corren riesgo las jubilaciones

Un sector de la sociedad que sin duda ha sido marginado a lo largo de la mal llamada “década ganada” es de los jubilados. Estamos hablando de ciudadanos  que con su trabajo intentaron hacer grande a la Argentina y ahora se encuentran, la gran mayoría de ellos, más precisamente 8 de cada 10 integrantes de la Tercera Edad, cobrando haberes por debajo de la línea de la pobreza.

En ese contexto, ayer se conoció que la Secretaría de Hacienda de la Nación, que conduce Juan Carlos Pezoa, realizó un informe que muestra que en septiembre se usaron 8.000 millones de pesos pertenecientes a la Administración Nacional de Seguridad Social (Anses), conducida por el kirchnerista Diego Bossio, y el PAMI, para tapar baches de la gestión económica oficial.

El tema como está planteado, con un Ejecutivo absorbiendo el dinero de la Tercera Edad no hace más que entorpecer el acceso a la jubilación a los actuales contribuyentes, que corren el peligro de que en el futuro cercano no tengan acogida al sistema de reparto por el desfalco que se hace hoy día con los capitales del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS).

Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad, destacó a Hoy que estos hechos “ponen en riesgo la situación de las próximas generaciones de jubilados y también de los actuales. Esta financiación implica una fuerte contradicción con el reclamo que están haciendo los jubilados de ajustes en sus haberes. Incluso, en este año, los beneficios han quedado muy atrasados en relación a la inflación y el costo de vida”.
Para el funcionario público, “el kirchnerismo repite vicios del oprobioso sistema de las AFJP y de otros momentos del país, donde se recurrió al sistema de las jubilaciones para equilibrar los déficits del Estado. En un momento en que el PAMI está en una situación crítica, con muchas de sus prestaciones comprometidas, llama la atención y genera preocupación que se use el dinero para estas cosas”.
 
La realidad indica que las jubilaciones no alcanzan. Mientras no se logre un reparo económico en los haberes, que rozan los índices de indigencia, será muy difícil para los más viejos llegar a un mejor estado en su situación.

“Se han bajado los haberes jubilatorios y se niega la posibilidad de recibir un bono por única vez a fin de año, porque se dice que no hay recursos, pero sin embargo aparecen esos recursos financiando lo que serían ser gastos corrientes del Estado”, afirmó Semino.

El FGS tiene una cantidad de recursos equivalente al pago de un año de jubilaciones. Aunque el número en dinero parece grande, dentro del volumen de gastos de una sociedad es casi nada, con lo cual con 4 o 5 años de escasez el problema fiscal puede estallar si es que no lo usan antes para otros propósitos.

Es preocupante y llama la atención que el uso indiscriminado de los dineros de los más viejos no sea examinado y seguido por el Congreso Nacional, más en medio de un año electoral donde se habla de muchas cosas, y nadie discute sobre la peligrosa situación por la que está pasando el sistema de reparto.

Situación complicada por la que pasan los fondos jubilatorios, donde todo se transforma en una especie de caja de financiamiento del gasto público improductivo, que va desde tapar agujeros y baches por la ineficacia y la corrupción estatal, hasta el Fútbol para Todos y distintos programas sociales de carácter clientelar. Diferente sería la situación si esos recursos hubiesen estado destinados a favorecer la producción y el trabajo genuino.

Cambio urgente en el sistema

 La Argentina tuvo tiempos de bonanza económica que se han extinguido, y en el futuro cuando vengan problemas fiscales, habrá riesgo de que el sistema de reparto entre en crisis, por lo que muchos estiman necesario una reforma previsional en el país.

En diálogo con Hoy, el Profesor e investigador de la UBA y el Conicet, Aldo Isuani, señaló que “tenemos una cantidad de 1.3 trabajadores por cada jubilado, y si a cada uno se le saca el 20% del salario y de sus contribuciones, lo que se puede pagar al jubilado está en torno del 25% del salario que tenía”.

Para el especialista es sistemas previsionales “el Estado pone una cantidad igual de dinero en forma de impuestos y contribuciones que llevan esta jubilación promedio a entre el 45 y el 50%. Lo que pone en riesgo el futuro de los jóvenes es el propio sistema previsional, que debe ser público y financiado por los impuestos. Debe haber un ingreso para los mayores de 65 años igual al 82% del salario mínimo. Esto debe ser financiado por los impuestos y no tocar un peso del salario de los trabajadores, para que esto pueda constituir un sistema complementario, que debe ser de capitalización pública, que otorgue un complemento que pueda darle a los jubilados unos pesos adicionales”, subrayó Isuani.

El tema previsional gasta el 10% del PBI por año, es el gasto mayor del Estado, por lo tanto el colapso de la situación laboral, que es lo que alimenta los aportes, sumado a los inconvenientes fiscales, hace que se pague a los jubilados un 45% del salario medio. El cambio, se hace urgente.