Misión Imposible: Comprar una vivienda, una computadora o un auto se hace cada vez más difícil

Para adquirir un 0km se necesitan 18 salarios mínimos, mientras que en EE.UU se requiere la mitad. Consecuencias del descalabro económico del gobierno K

Los dislates económicos acaecidos en las últimas décadas, ha llevado al país a perder terreno en comparación con los países vecinos, y cuando antes Argentina era un modelo a seguir para Latinoamérica, ha pasado a ser ahora un ejemplo a no imitar para la región.

En uno de los aspectos que se ha descendido ampliamente es en la posibilidad de compra que los argentinos tienen con sus ahorros. Por estos días, cuesta más salarios mínimos hacerse con una vivienda, un auto o un producto tecnológico en nuestro país, que en los Estados Unidos.

Algunos ejemplos resumen esta situación. En la Argentina se precisan 18 salarios mínimos para comprar un auto 0 Km, mientras que en E.E.U.U sólo 9. Para conseguir una vivienda de dos habitaciones para una familia tipo, en nuestro país se necesitan 273 salarios, contra los 100 que se precisan en el país del norte. Una computadora le cuesta al promedio de los argentinos 2 salarios, y al norteamericano sólo 0,18 salario, y si el producto es una moto, el caso de un scooter, en Argentina cuesta 6 salarios adquirirla, y en los E.E.U.U. la mitad, 3.

Para entender mejor este fenómeno, Hoy se comunicó con el especialista en mercados internacionales, Luis Palma Cané, quien señaló que “esto sucede porque la economía norteamericana es mucho más productiva que la economía argentina. El obrero promedio de los Estados Unidos es 3 veces más productivo por hora que el obrero argentino, y eso también influye en el salario y en la posibilidad de compra de cada uno de ellos”.

El titular de la consultora Fimades, subrayó que otro rasgo que hace que nuestro país salga perdiendo en la comparación con los Estados Unidos, es que en la Argentina “la inseguridad y la incertidumbre es lo que frena la economía y la inversión, que sumado a la inflación, hace que aquel que tenga un ahorro no lo invierta en el país en la compra de vivienda ú otros bienes”.

“La inflación, la falta de previsibilidad en las políticas y no pensar a largo plazo por parte del gobierno, ayuda a que esto se siga incrementando en vez de bajar. Este gobierno que se dice progresista, en los hechos no ha realizado nada para detener la inflación, en un clásico doble discurso que se ha mantenido durante la última década”, remarcó Palma Cané.

La gente en el país está consumiendo menos, y eso en un mercado al cual se le han cerrado las puertas y falta dinero como consecuencia de la escalada inflacionaria, ha puesto al gobierno en una encrucijada, de la cual el Ejecutivo por ahora no sabe cómo salir.

La Argentina se ha sumergido en un desgano y un descreimiento de la población hacia las medidas gubernamentales, y quienes tienen la función de gobernar, actúan sobre la marcha, sin previsibilidad, con proclamas que en el 90% de los casos, terminan siendo meros enunciados sin ninguna factibilidad.
 
Que los ahorros argentinos pierdan por goleada ante los ahorros de los estadounidenses, muestran una Argentina que no se ve y que muchos sectores del poder quieren ocultar ya que no conviene que se sepan, porque reflejan que el país no es lo que ellos intentan mostrar.

La AFIP empeora la situación

El sistema tributario argentino es uno de los más retrógrados que existen en el mundo, y como ya lo remarcó oportunamente Hoy, muchas de sus medidas han sido copiadas de la dictadura genocida de Augusto Pinochet en Chile.

Los precios de las viviendas se ven incrementados más de un 40% sólo por los impuestos que se baja desde el Estado, entre ellos los regresivos IVA e Ingresos Brutos.

La multitud de impuestos que gravan la compra de automóviles, sumado al precio de los patentamientos y el costo de las transferencias, convierte al mercado argentino en uno de los más caros del mundo.

También puede verse la injerencia del sistema tributario en algo tan común como las boletas de los servicios. Al agarrar cualquier boleta, puede verse que el monto de impuestos varía entre el 30 y el 50%, algo inconcebible, más cuando en los E.E.U.U. estos impuestos llegan apenas al 10%.

Estos gravámenes al consumo, han sido incrementados durante la "década ganada", llevando al gobierno a desesperarse por recaudar, por lo que en vez de hacer impuestos progresivos para que los que más tienen más paguen, sigue sacándole a los que menos tienen con impuestos que no hacen más que aplacar el ansia de crecimiento de los más pobres.