Negocios que asustan: La AFIP y los vínculos con la ruta del dinero K

El jefe de la División Fiscalización tiene una empresa constructora fantasma en Quilmes, con domicilio trucho. Fijó como domicilio un lugar donde vivieron varios miembros de la familia Elaskar, vinculados a una de las financieras sospechadas de lavar dinero para Lázaro Báez

Si hay algo que caracteriza al kircherismo, a la hora de hacer negocios oscuros, es crear empresas fantasmas que pueden servir como pantalla para lavar dinero. La sociedad ligada a la presidenta Cristina Fernández que tiene un domicilio trucho en Capital Federal, y que es utilizada para administrar un hotel en El Calafate, es uno de los ejemplos paradigmáticos.

Lo más grave que en este tipo de prácticas también estarían involucrando a importantes funcionarios de la AFIP, que responden a las órdenes de Ricardo Echegaray y que, para colmo, se arrogan el poder de definir el futuro de cualquier empresa, al tener facultades para clausurar, trabar embargos, aplicar abultadas multas e instrumentar todo tipo de aprietes impositivos contra medios independientes que se atreven a realizar cuestionamientos al gobierno K.

El caso que vamos a contar es el de Jorge Gustavo Arce, el jefe interino de la División de Fiscalización Nº 1 de La Plata, cuya firma aparece en las notificaciones que la AFIP pretende realizar al diario Hoy, en clara represalia por las notas e investigaciones críticas al organismo recaudador.

Arce fue candidato a concejal en Quilmes por el kirchnerismo en las elecciones del año pasado en la lista del Frente Social, una de las colectoras que presentó el Frente para la Victoria. Esa nómina estuvo encabezada por otro funcionario de la AFIP llamado Julio César Nieto, que es uno de los principales colaboradores de Echegaray (ver página 4).

Gustavo Arce en el año 2010 –ya siendo funcionario de la AFIP- fundó una constructora que se llama Conarsa del Sur SA, con un capital de $12 mil, en sociedad con José Mario Sacchi, conocido en Quilmes por regentear un corralón de materiales de la construcción. En el acta de conformación de la empresa Conarsa, Arce no declara ser funcionario de la AFIP, sino comerciante.

Un dato por demás llamativo es que Arce fijó el domicilio de la empresa en el piso 10 de un edificio ubicado en calle Sarmiento nº 580 de Quilmes. El diario Hoy se hizo presente en el lugar: ni el portero ni ninguno de los vecinos saben quién es Arce ni tienen conocimiento de que allí funcione una constructora, que a todas luces sería una empresa fantasma.

En el piso 10 viviría Laura Lorena Muzzioli, que declara ser comerciante y habría sido pareja de Arce. Está inscripta en la AFIP como monotributista categoría D y aparece como socia en otra constructora que sería fantasma, llamada Ciadeba SA, con sede en Juan Cruz Varela 603 de Quilmes, el mismo domicilio que declara Gustavo Arce. Como presidente de Ciadeba figuró un ciudadano paraguayo ya fallecido llamado Casildo Arce, que habría sido familiar directo del funcionario de la AFIP.

Cabe destacar que Arce es uno de los funcionarios que, junto con Echegaray, fueron denunciados penalmente por el diario Hoy en el Juzgado Federal en lo Penal y Correccional Nº 1 de La Plata: notificó una inspección contra el diario pocas horas después de haberse publicado un informe sobre las prácticas autoritarias de la AFIP, inspiradas en el régimen de Augusto Pinochet y en el gobierno conservador de Margareth Thatcher.

En la denuncia, tanto a Arce como a Echegaray se les imputa el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público, abuso de autoridad, violación de secretos y tráfico de influencias.

 Vínculos con la familia Elaskar

En Sarmiento 580, donde supuestamente debería funcionar la constructora de Arce, tienen domicilio varios integrantes de la familia Elaskar, aunque no viven allí.

El financista Federico Elaskar Monje, ex dueño de la cueva conocida como SGI-La Rosadita, es oriundo de Quilmes y está procesado por lavado de dinero, junto al valijero platense Leonardo Fariña, que está tras las rejas. Ambos están sospechados de haber manejado dinero sucio de Lázaro Baéz, presunto testaferro de Cristina Kirchner.

Antes de que se construyera el edificio de 10 pisos, en ese lugar había otro inmueble, donde vivió el médico Santiago Rudec Elaskar. También tienen o tuvieron domicilio allí Lautaro Elaskar y Agostina Elaskar.

Lautaro y Agostina son primos de Federico Elaskar. Agostina fue empleada de la financiera SGI, mientras que Lautaro Elaskar actualmente sería el director de la entidad. Este último, además, trabajó en Vademecun, una empresa dedicada a la tercerización de relaciones laborales que presidió Marcelo Elaskar, el padre de Federico, quien la heredó de su suegro. Asimismo, Lautaro Elaskar se hizo tristemente célebre en las redes sociales cuando subió a youtube un video manejando su BMW M6 a 280 km/H en la Panamericana.

A esta altura, el viejo y conocido refrán que dice “en casa de herrero, cuchillo de palo”, calza a la perfección para describir lo que sucede en el seno del organismo recaudador.

El operador todo terreno de Echegaray

Julio César Nieto, actual Jefe del Departamento de Servicios al Ciudadano de la AFIP y ex candidato a concejal del kirchnerismo en Quilmes, sería uno los cajeros y principales operadores políticos Echegaray en la Provincia.

El año pasado habría sido el candidato que más dinero gastó en la campaña local, pese a lo cual no alcanzó los votos necesarios para ser edil: apenas cosechó el 5,53% de los sufragios. Poco le sirvió haber difundido una foto suya de él con Néstor Kirchner durante un acto que fue realizado en el año 2002, en La Plata.

El origen de los fondos de esa campaña es un misterio. Tanto kirchneristas como opositores, que fueron consultados por Hoy, calificaron como “obsceno” el despilfarro de recursos. Y no hicieron más que acrecentar las dudas.

Nieto y Echegaray se conocieron en la época en que ambos militaban en la Ucedé, el partido conservador fundado por Alvaro Alsogaray. Luego de un fugaz paso por el municipio de Quilmes (se desempeñó como subsecretario de Desarrollo Ambiental, durante la intendencia de Sergio Villordo), el actual funcionario de la AFIP se instaló en las islas Canarias.

Para poder volver al país aprovechó los “buenos oficios” de Aníbal Fernández, que también es oriundo de Quilmes y logró convencer a Echegaray de que lo integrara dentro del organismo recaudador. Entre otras tareas, a Nieto se le encargó la tarea de disciplinar a los trabajadores de la AFIP.

En 2012, Nieto conformó dos empresas con rasgos fantasmales: Verdundene Familie SA y Gut Morgen SA, con domicilio en avenida Lafuente 873 de Capital Federal. Un año más tarde, Nieto reapareció en Quilmes, ostentando un patrimonio y una disponibilidad de recursos por demás llamativa.

“Cuando se habla con él (por Nieto) suele entregar una tarjeta donde remarca que es funcionario de la AFIP, y hace gala de tener trato directo con el titular de la AFIP. Encabezó una de las tres listas de la Provincia que era patrocinada directamente por Echegaray”, dijeron las fuentes consultadas.

En abril de 2011, Daniel Tunoni, uno de los testigos de la causa que complicó a Echegaray por el cobro de subsidios millonarios a través de feed lot truchos, denunció haber recibido amenazas de un asesor del titular de la AFIP. Tunoni identificó a ese “enviado” como Julio Nieto.

Por otra parte, uno de los principales punteros políticos que tuvo la lista Nieto fue José Leguizamón, un histórico puntero político del PJ de Quilmes para el que siempre trabajó Andrés Nicolás Aguirre, el barrendero de San Francisco Solano que figura como gerente de Importadora IDN SRL, la firma con la que trabaja el empresario que, el verano pasado, acompañó a Ricardo Echegaray en sus vacaciones en Río de Janeiro: Jorge “El Uruguayo” Lambiris Vilche.  En rigor, las vacaciones estaban planificadas en Medio Oriente pero, al trascender el escándalo, habrían optado por un lugar más cercano. Cabe recordar que Lambiris, en el año 2000, estuvo preso en una causa por contrabando.

En Quilmes también vinculan a Nieto con Marcelo Mallo, el dirigente que organizó la ONG Hinchadas Unidas Argentinas, un emprendimiento avalado por el kirchnerismo que financió a los barrabravas que viajaron a alentar a la Selección en el Mundial de Sudáfrica 2010. El ex líder de Hinchadas Unidas está procesado en una causa en la que se investiga la falsificación de certificados de crédito fiscal que se vendían a empresas que, con esos papeles, se presentaban ante la AFIP para cancelar deudas impositiva (ver aparte).

Favor por favor se paga

El barrabrava Marcelo Mallo y Julio Nieto tiene más que una sociedad política. El ex líder de Hinchadas Unidas Argentina le habría cedido en bandeja su estructura partidaria, dentro del PJ quilmeño, para que Nieto pudiera competir en las elecciones del año pasado.

Ahora bien, una de las hipótesis que se barajan en los tribunales federales apunta al rol que podría haber tenido Nieto en el escándalo de la venta de certificados fiscales truchos de la AFIP, que tiene a Mallo como a uno de los procesados. Ocurre que, difícilmente, se podría haber llevado adelante este tipo de maniobras sin tener algún contacto en el organismo recaudador.

Además de Mallo, también está procesado Miguel Ángel Lamparelli, a quien todos en el mundillo quilmeño conocen por las iniciales (M.A.L), quien se encontraría refugiado en el sur del país para no alentar todavía más desastres, más precisamente en Junín de los Andes. Otro de los involucrado es Adrián Gago, que también tendría vínculos con Aníbal Fernández y ahora estaría en una suerte de “exilio interno” en Santa Fe. La tercera involucrada es Marisa Pomponio, una mujer que era la encargada de la mesa de cambio del Banco Macro, la entidad presidida por Jorge Brito que durante años estuvo ligada políticamente al kirchnerismo, y que luego pasó a otro banco privado. Allí, Lamparelli y Poponio habrían estado involucrados en un escándalo que se generó cuando se descubrió que aparentemente, en esa entidad, se le habría pagado con billetes falsos a jubilados.

Asimismo, Lamparelli y Gago, según fuentes consultados por Hoy, también habrían integrado la banda de Leonardo Fariña, el valijero K que está preso y es investigado por haber lavado dinero sucio de Lázaro Báez.

Como si todo esto fuera poco, Marcelo Mallo y el operador kirchnerista Roberto Pórcaro, fueron quienes apadrinaron políticamente –a través de la agrupación Compromiso K, que a nivel nacional lideraba el secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini - a los camporistas José Ottavis y Mayra Mendoza.

Ottavis actualmente es vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense,  mientras que Mendoza (ex pareja de Ottavis), es diputada nacional y el kirchnerismo la está midiendo como posible candidata a gobernadora.

Porcaro, a su vez, fue el padrino político del destituido intendente de Necochea, Horacio Tellechea, que se hizo tristemente célebre por haber inaugurado una pileta pelopincho.

EN FOCO

¡Llegó la hora de decir basta!

En la Argentina, la mayoría de los pequeños y medianos empresarios que, con gran esfuerzo, generan puestos de trabajo y no bajan los brazos ante una recesión que causa estragos, están siendo castigados de forma directa o indirecta por un sistema impositivo absolutamente regresivo y opresor. Obviamente, demás está decir que todos los ciudadanos tenemos la obligación de pagar los impuestos. Pero hemos llegado al extremo de que cualquier pequeño o mediano comerciante por el sólo hecho de haberse olvidado pasar una boleta de IVA o por haberse salteado un vencimiento, es castigado severamente por la AFIP como si fuese un delincuente.

El organismo recaudador tiene facultades extraordinarias que reducen el derecho de defensa de los contribuyentes a su mínima expresión, quedando a merced de lo que resuelven, entre gallos y medianoche, un par de burócratas. Ahora bien, algunos de los máximos responsables de cobrar impuestos, que deberían ser personas impolutas, sin ningún tipo de antecedentes penales, están incurriendo en actos de clara corrupción. Y hacen e hicieron la vista gorda con los amigos del poder. La lista de casos es extensa: el caso Ciccone, Lázaro Báez, la familia Kirchner y las denuncias por enriquecimiento ilícito que fueron cajoneadas, entre otros.

Estos personajes, a su vez, han puesto la estructura de la AFIP, que se sostiene con los impuestos que paga la ciudadanía, al servicio de una inmensa maquinaria del apriete que utiliza el gobierno para intentar silenciar voces cuestionadoras. Así como la Justicia determinó que actuar por obediencia debida no es excusa para que una persona sea exculpada de sus crímenes, este mismo criterio debe regir al interior de la AFIP. Los funcionarios de carrera, con una trayectoria intachable, deberían ser los primeros en poner el grito en el cielo al enterarse de las prácticas corruptas que involucran a las autoridades del organismo que conduce Ricardo Echegaray. Es más, hasta recibirían el apoyo de gran parte de la sociedad en caso de negarse a cumplir las órdenes de estos personajes nefastos, cuyo accionar está estrechamente ligado al lavado de dinero y a las prácticas más oscuras de la política.