Resabios de los aprietes K: murió José Nucete, pionero de la olivicultura

El empresario, que lideró la Agro Aceitunera más grande de la Argentina, falleció víctima de un derrame cerebral que, para su entorno, tiene raíz en las políticas aplicadas por el kirchnerismo. Tras presiones de la AFIP, fue obligado a venderle su firma al actual gobernador K de Tucumán, Juan Manzur

"La inflación terrible mata a un país y la inflación argentina es la peor que hay en el peor país de África”, decía en 2012 José “Pepe” Nucete, considerado el padre de la olivicultura y fundador de la empresa Agro Aceitunera más grande de Argentina, que falleció el miércoles, tras diez días de internación, víctima de un derrame cerebral que, para su entorno, tiene raíz en la crisis sufrida durante el kirchnerismo, que lo colocó al borde del quebranto hasta obligarlo a vender la firma al exministro de Salud y actual gobernador de Tucumán, Juan Manzur, en una maniobra tan cínica como sospechosa.

Fue la sentencia de muerte para este inmigrante español que en 1947 abandonó su Andalucía natal, huyendo del franquismo y la pobreza, para  instalarse junto a su familia en Aimogasta, departamento de Arauco (La Rioja), cuyo clima árido y templado fue el germen de sus exitosas aceitunas.

Había llegado con una mano atrás y otra adelante, pero con el tiempo logró controlar una parte muy importante del mercado interno y el 70% del mercado de exportación olivícola argentino; llegó a contar con cuatro plantas en el país y una en Brasil, totalizando unos 1500 empleados. Hasta que en 2008, durante el primer gobierno de Cristina Kirchner, su imperio aceitunero comenzó a vaciarse: la economía argentina empezó a perder competitividad y en 2012 se cerraron las exportaciones a Brasil, producto de las políticas aplicadas por el entonces secretario de Comercio, Guillermo Moreno.

“Si se mantiene el cierre de las exportaciones, me voy a quedar sin plata para pagarle a las 500 familias que dependen de mí ”, imploró en los medios Nucete, entre lágrimas, y afirmó: “La AFIP nos trató como delincuentes y no dimos abasto para pagar sueldos y todo lo que nos exigían pagar. Ellos lo que querían era recaudar. No les importaba de dónde ni de qué manera”, apuntando directamente contra el extitular del organismo, Ricardo Echegaray.

Pero en 2014 quedó demostrado que, en realidad, los intereses de la AFIP iban más allá de lo estrictamente recaudatorio. Porque  en una acción muy sospechosa, Nucete prácticamente fue obligado a firmar un acuerdo con Tío Yamil (del grupo Mattar-Manzur) en una operación que presentó dos etapas: cesión de un porcentaje minoritario de acciones de Agro Aceitunera a favor del matrimonio Mattar-Manzur; y cesión del 95% de las acciones de Tío Yamil a favor de Agro Aceitunera.

Fue a partir de ese contrato -que don “Pepe” interpretó como un “ninguneo”- que el empresario sufrió su primer ataque cerebral, según aseguró su hijo, Miguel Ángel Nucete: “Mi papá sobrevivió al cáncer, pero no a la venta forzada que tuvo que hacer de su empresa. Hablo de una venta forzada por la situación económica en la que se vio envuelta la compañía a partir de la crisis que vivieron todas las economías regionales en los últimos años, con un modelo económico muy perjudicial para el interior”.

Parábola fatal la de Nucete. Que llegó al país como un luchador quijotesco, huyendo de la pobreza y las calamidades que vivía su España natal; que, trabajando y sin buscarlo, conoció el éxito y la fortuna.  Pero en el ocaso de su vida, su mochila, cargada de sueños e ideas, fue asaltada por esas aves de rapiña que fueron los K, quienes le decretaron la quiebra, lo saquearon y, como cree su familia, lo mataron.

“Fue víctima de la corrupción del poder”

La compra que el exministro de Salud y actual gobernador de Tucumán, Juan Manzur, le hizo a José Nucete, fue incluida en la serie de acciones judiciales que el abogado Oscar López presentó en los Tribunales tucumanos por presunto enriquecimiento ilícito contra el funcionario K: “A Nucete le aplicaron el mismo método que a Ciccone Calcográfica. Le impidieron exportar; lo pusieron en una situación de quebranto y lo obligaron a malvender su propiedad a Manzur, que la compró a precio vil”, precisó el letrado a Hoy, y agregó: “Nuestras sospechas también apuntan a que el accionar de la AFIP que conducía Ricardo Echegaray, y otras medidas impulsadas por el gobierno, como las gestadas por el exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, buscaron poner a la compañía en crisis”.
Para el denunciante, Nucete “fue víctima de la corrupción del poder, de la extorsión, de un asalto armado para destruirlo”, y comparó el artilugio con las prácticas orquestadas por la última dictadura militar, durante la cual “los militares se encargaban de detectar empresas a las que pudiesen llevar al quebranto y, a través de secuestros, torturas y asesinatos, se las quedaban. Los K no mataban directamente pero, indirectamente, llevaron a la muerte a productores como Nucete”.

Salvando las distancias, para López, la muerte de Nucete es comparable a la del eximio Dr. René Favaloro, quien desde muy abajo llegó a ser una eminencia de la medicina, hasta que el Estado lo abandonó en plena crisis de 2001: “Se puede decir que estamos ante el Favaloro de la era K. Nucete era un soñador que logró concretar sus sueños con mucho éxito; llegó a construir una de las fábricas más grandes de Sudamérica hasta que Manzur, el ministro más rico de Salud de la Nación con, al menos, mil millones de pesos obtenidos ilícitamente, le robó su empresa de toda la vida”.