El Loco del martillo promete ajustar cuentas en Estudiantes

Nuevas amenazas al plantel profesional llevaron a que el técnico Leandro Benítez cierre las puertas del entrenamiento y se extreman las medidas de seguridad

El loco que intentó ingresar de prepo al Country de Estudiantes, en evidente estado de alteración y provocando discusiones y fastidio con los jugadores, está dispuesto a dar el golpe. 

Todavía con algunos magullones de las trompadas que recibió en la cancha de Golf, hacia donde fue arrastrado por un canoso y efectivo guardia de seguridad, el sujeto que formó parte de la viaja barra de Estudiantes está decido a tomarse venganza. 

Ayer, mientras el tibio sol del jueves se ponía en el horizonte platense, al sospechoso se lo vio en las inmediaciones al Country jugando con una sábana blanca que usaba como protección para intentar infiltrarse entre un alambrado roto de unas canchas auxiliares del predio. 

Según confirmaron a este diario, es una persona que manifiesta alteraciones de conducta y no tiene un pleno uso de sus facultades mentales, lo que representa un peligro para un equipo de fútbol que desde hoy pretende estar concentrado para jugar el domingo contra Gody Cruz. 

Vecinos de la zona de 31 y 465 advirtieron la situación, y hay quienes apuestan a la intervención del juez Martín Ordoqui, quien vive enfrente del Country, para que tome cartas en el asunto. 

De acuerdo a los datos aportados por fuentes judiciales, el sujeto recibe el apodo de        “Parchi”, por su pasado golpeando el bombo emparchado en el paravalancha de la tribuna calle 55 en el viejo estadio de Estudiantes a comienzo de los ‘90. 

Según se supo, desde hace algunos meses tendría una disputa personal con Agustín Alayes, a quien hace un tiempo le ofreció hacer negocios acercando jugadores que dice representar, en una actividad a la que suelen recurrir muchos ba-rras, que a través de la coacción terminan de adueñarse de porcentajes en los pases de los futbolistas. Debido a la negativa del Flaco para involucrarse en este tipo de maniobras, las amenazas fueron subiendo de tono. 

La información llegó anoche a la sede de Estudiantes, desde donde partió la orden de cerrar las puertas del predio y extremar las medidas de seguridad. 

Cabe recordar que el pasado 14 de julio, en ocasión del amistoso contra San Martín y ante la vista de otros socios, esta persona había intentado sortear las barreras de acceso al edificio de la concentración con un machete y un martillo en la mano, pero fue echado por los dirigentes y el personal de seguridad. Todo terminó en una pelea que ahora podría tener el segundo round, justo a 48 horas del primer partido del equipo en la Superliga, alterando la tranquilidad de la concentración en el Country.