por gabriel pedrazzi

En vez de aprovechar los huecos rivales, se metió atrás faltando mucho

El exjugador del Lobo analiza la derrota frente a Defensa y Justicia.

En el primer tiempo los arqueros fueron espectadores porque no hubo ocasiones de gol. Defensa y Justicia respeta muy bien la zona de salida, de transición y de definición, y parece que está prohibido saltar líneas aunque cometan errores gracias a la presión, que debe ser alta. Cuando no vas convencido de esa presión, se sacan los errores a un equipo como este que no tiene plan B.

En el segundo tiempo se dieron todas las emociones juntas: el gol tempranero de Guillermo Fratta, algunas chances del Halcón, y al rato llegó el dudoso gol de Matías Pérez García. A pesar de que allí debía llegar la tranquilidad, enseguida se dio el descuento de los locales con el gol de Francisco Pizzini, que ingresó y cambió bastante al equipo.

Se dieron ciertos cambios en Gimnasia donde se fue metiendo atrás quedando mucho tiempo de partido y ahí es donde los de Sebastián Beccacece se sintieron más cómodos contra un equipo que cedió la pelota. Sobre el final, un gran jugador y delantero como Walter Bou empató para que después, cuando el Lobo se aferraba al resultado, llegara el 3-2 tras un cabezazo solitario de Rodrigo Contreras.

El equipo se metió demasiado atrás faltando muchos minutos contra un rival que en defensa suele dejar espacios al ir tanto al ataque. Ellos tienen tanta gente en tu área que los errores siempre se producen.

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