Entrevista Exclusiva

La historia de la joven que quiere ser la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica

Belén Ameijenda nació con espina bífida y luchó para poder caminar con bastones. Con 24 años, lanzó una campaña para juntar dinero y poder competir en una categoría zonal. En exclusiva con diario Hoy, “Belu” contó sus sensaciones sobre esta nueva experiencia.

"Hoy necesito de ustedes. A pesar de mi discapacidad, sueño con correr en automovilismo. Ya pude probar el fórmula de un amigo, ¡y pude subir! ¿Me ayudan con un RT para encontrar sponsors que me ayuden a convertirme en la primera piloto mujer con discapacidad en Latinoamérica?”, escribió “Belu” en una red social hace un mes. Arrobó a medios, periodistas, otros pilotos y diversas personalidades para viralizar su mensaje.

Belén Ameijenda, de 24 años, nació con espina bífida y busca ser la primera mujer con discapacidad en correr en competencias de autos en Latinoamérica. En las últimas horas, la joven visitó la ciudad de La Plata para confirmar su equipo (será Ercolessi Sport), además de lanzar una campaña para recibir colaboraciones y correr en la categoría zonal Fórmula 1100 Bonaerense.

En diálogo con El Clásico, la joven del barrio porteño de Saavedra explicó en detalle su historia de vida: “Antes de nacer los médicos les dijeron a mis papás que jamás iba a caminar porque iba a tener la espina bífida, que es una malformación congénita donde el tubo neural no se llega a desarrollar o cerrar, y puede afectar a diferentes regiones de la médula espinal. Al otro día de mi nacimiento me operaron y el médico les ratificó el panorama”, dijo y agregó: “También nací con hidrocefalia y el mismo día que mis viejos fueron a buscar la válvula los llamaron y les dijeron que no compren nada porque mi cerebro estaba volviendo al tamaño normal. No sé si fue un milagro, pero fue así”.

La motivación que tuvo para salir adelante fue el automovilismo. En su familia no hay ningún piloto, pero los domingos en su casa desayunaban viendo las carreras de Fórmula 1 y luego almorzaban con las carreras de TC. Para avanzar con el sueño de subirse a un auto de carrera debe tener la licencia médica, cuyos estudios obligatorios fueron satisfactorios. Por lo tanto, solamente faltan las últimas pruebas y un entrenamiento duro. Luego llegará el momento de presentar el proyecto del armado del auto.

Consultada sobre la campaña para juntar fondos, Belén detalló: “Comprar el auto de carrera me cuesta entre 400.000 y 500.000 pesos. Luego hay que hacerle la adaptación. Después son necesarios unos 8.000 pesos el día de pruebas. Por carrera se gastan 37.400 pesos (entre fiscalización y otros ítems), más la atención en pista de un equipo”. La chica de Saavedra aseguró que si 60 mil personas pudieran donar $10, lograría cubrir los costos. Para colaborar con Belén, lo pueden hacer por la siguientes vías: por Alias Banco Galicia (BeluAmei); o también por email vía Mercado Pago ([email protected]).

“Mi deseo es llevar el mensaje para que todas las personas, tengan o no discapacidad, logren lo que se propongan. Y también para tener una sociedad con más empatía”,
concluyó Ameijenda en diálogo con diario Hoy.

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